Apurarse a lograr cosas, que el tiempo corre

Ha llegado el momento de apurarse a lograr cosas, que el tiempo corre. En realidad, nunca se detiene; a lo que me refiero es que hay tantas cosas en el tintero y a punto de acabarse, pero aún lejos de lo que debería ser un «pequeño impulso». Falta un poco más.

El riesgo, claro, es que digas «bueno, ya es mitad de febrero. Esto no saldrá este mes. Vámoos a marzo». Y que llegando a marzo digas que mejor el segundo semestre del año. Para que, alcanzando ese punto, volvamos a posponer «por conveniencia» hasta que digas que se hará en 2018. Pero después de las elecciones, porque antes nadie hará caso y…

En fin. Estoy seguro de que conocen la sensación. Por eso, la mejor manera de avanzar esas metas es más sencilla y útil a la vez: agendar una cita conmigo mismo para un tema en específico.

Así, de 9 a 10 haré un proyecto, de 10 a 11 otro y así bloquearé tiempo. Y continuaré agendando citas conmigo mismo, como si fuera un cliente más. Porque como dicen dos frases de esta semana: esto no se acaba hasta que se acaba. Y nunca habrá un momento ideal. Así que hay que hacer del hoy un momento bueno -aunque no sea ideal- para avanzar. Y no se puede uno rendir aunque el tiempo apremie.

Porque si, es posible apurarse a lograr cosas, que el tiempo corre. Y un poco de avance diario logra más que esperar acabar todo en una larga sesión. Como las postales, que mandando una al día ya nos ha permitido tener una colección de más de 365… Y les recuerdo que pueden suscribirse para recibir diariamente estas postales, sin costo alguno, en esta liga.

Apurarse, que el tiempo vuela

Esta frase no la dijo Tom Brady. Pero se la atribuimos por lo que logró con su equipo, Los Patriotas de Nueva Inglaterra: iban perdiendo 21-3 al final de la primera mitad. Empataron el juego y llevaron el partido por primera vez a tiempos extra. Para ganarlo al final. «Esto no se acaba hasta que se acaba».

Si te sientas a esperar que las cosas pasen… pueden no pasar como esperabas. Así que… ¡actívate y avánzalas!

A todos nos paraliza el esperar «el momento adecuado». A algunos, apenas unos segundos. Para otros, la espera es de años. A unos cuantos, toda una vida. Lo cierto es que nunca habrá un momento exacto. El mejor momento para empezar… es cuándo empieces.

¿Saben qué es lo más grave de la frase de Tomás Moro? Que data del siglo XVI, dónde la instrucción era bastante limitada -y la educación, aún más-. Así que si eso pasaba entonces, imagínense ahora que tenemos millones de profesionistas… mal educados. ¿Pensaron en algún mirrey?

Esta fue una de esas frases que despertaron polémica. Alguien me decía que la vida no es ese espacio entre dos metas. Que no se requieren metas como puntos en la vida. Otro me decía que era precisa, pero que la foto no la acompañaba bien…

Incertidumbre. Ya lo hemos comentado: esa muchas veces nos frena. Y otras… nos impulsa. Siempre y cuándo lo usemos como motor y no como freno. No es fácil… pero vale el esfuerzo.

¿De verdad esperan que la vida no les haga daño? ¡Malas noticias! Si les hará daño. Y les irá peor si no lo esperan… Así que: prepárense para lo duro. Porque tal vez no llegue, pero es mejor estar preparado.

Y una última cosa… ¿Quieren apurarse a obtener su suscripción gratuita a las frases famosas? Es fácil: basta hacer click en esta liga y llenar los campos que se piden.

Imagen de hoy: Miranda Mylne via Compfight y postales vía @gjsuap