Me dicen que si ya abandoné el blog, que si mi compromiso se ha diluído, que si ya no tengo nada que decir e incluso que «calladito te ves más bonito». No hay tal. La verdad es que es muy difícil estar en pleno periodo electoral y poder escribir en términos neutros.
Alguien me dijo que la entrada sobre Sor Juana era publicidad encubierta a favor de Peña Nieto, porque era una mujer mexiquense. Otros se quejaron que los artículos sobre Hitler eran un ataque contra López Obrador y su estilo. Unos más que no hablo más de mujeres porque no soporto a Josefina Vázquez Mota. Y otro lector se quejó que la entrada sobre los Muppets la hice para burlarme de Gabriel Quadri. Y lo peor es que ninguna de estas interpretaciones es cierta, pero todas son verosímiles.
Incluso, personas que yo pensaba que eran inteligentes y tolerantes me han salido más partidistas y obtusas que nada. Reconocer aciertos de un candidato no te hace tu simpatizante. Señalar sus errores no te hace detractor. A final de cuentas, son humanos y tienen aciertos y errores. Pero hay quien es incapaz de hacerlo. Pero francamente personas que se supone que son ejemplos me resultaron bastante más patéticos de lo que creía.
Total, si no se le puede dar gusto a todos, hagamos un trato: yo no dejo de publicar en el blog, al menos de lunes a viernes, y no toco temas electorales; a cambio les propongo no buscar sentidos ocultos en lo que vayamos comentando. Total, que entre mis lecturas recientes y las noticias no electorales, más las peticiones de ustedes, Dichos y Bichos tiene mucho material para actualizarse. También si quieren reírse de la política y los políticos -de todos los colores- los invito a visitar y comentar en El Salón de la Fama del MonoAureo, un sitio especializado en eso. ¿Les parece bien? Dejen sus comentarios sobre nuestro acuerdo… o compartan en Twitter.