Cambios, como en el béisbol, para mejorar

cambiosEl Beisbol es llamado «el rey de los deportes» por una circunstancia muy clara: es uno de los pocos -si no es el único- deporte profesional que se mide por oportunidades, no por tiempo. Y aunque a veces hay que hacer cambios, todos los equipos tienen el mismo número de oportunidades a la ofensiva. Eso implica que hay que arruinar 27 oportunidades por cada equipo por cada juego. A menos que vayan empatados, en cuyo caso el partido se alarga hasta que uno gane… en igualdad de oportunidades.

El mayor tiempo que he estado en un estadio para un solo partido fue seis horas y media. Claro que era un partido de campeonato. En él, si mi equipo perdía, se quedaría a un partido de perder el campeonato. Pero si ganaba… quedaría a un partido de ser campeón. Aún así, habiendo empezado el juego a las siete de la noche, a las doce y media todos decíamos: «ya, aunque pierdas, ya vámonos…». Y seguía empatado, por lo que nadie quería moverse.

La magia del Béisbol

Esa es la magia del beisbol. Todos tienen las mismas oportunidades. Te lanzan la pelota, hasta que: 1.- recibas cuatro tiros malos, en cuyo caso avanzas a la primera base en una jugada segura (base por bolas). 2.- te lanzan tres tiros buenos que no puedes pegarle, en cuyo caso quedas fuera (ponchado). O bien, 3.- haces contacto con la pelota.

Esto puede llevarte a cuatro posibles resultados: 1.- alcanzas una base antes de que el equipo rival detenga la pelota, en cuyo caso te quedas en base y se marca un hit. 2.- la pelota llega a la base antes que tú, en cuyo caso quedas fuera (out). 3.- el equipo rival atrapa la pelota en el aire, antes de tocar el campo, con lo que quedas fuera (out). 4.-  la pelota cae fuera del campo de juego, en cuyo caso cuenta como fallo (foul ball) y se repite el lanzamiento. Nadie puede perder su turno con un foul.

Pero tiene otra belleza: a la ofensiva, es un esfuerzo individual del bateador, pero afecta a su equipo. Y a la defensiva, todos están atentos pero juegan algunos. En una jugada, el equipo que defiende puede terminar sacando del turno a uno, dos o tres jugadores en la misma jugada, en tanto que el equipo que ataca puede anotar desde una y hasta cuatro carreras en un mismo turno… o nada. Es, pues, un deporte muy justo. Y medio aburrido de ver: no sabes cuánto durará, y me ha tocado ver 20 minutos con un solo bateador o una hora en una entrada.

Pitcher ganadores, pitcher sin decisión

Hay otra cualidad: si un pitcher (lanzador) deja el marcador ganado, aunque haya cambios y el mánager lo retira del juego, se le acredita la victoria a él. Por el contrario, si lo deja perdido y el equipo pierde, depende en qué momento se retire, puede irse como derrotado o «sin decisión». Y si lo deja perdido y el pitcher de relevo logra dar la vuelta y ganar tras los cambios, se le anota un salvamento. Vaya, el honor y la responsabilidad se comparten y se acreditan al que más aporta.

En ese sentido, es un juego justo. Y sí, muchos lo disfrutan así nomás. Dice un amigo que él va a los estadios a tomar cerveza y comer tacos… y que allí abajo pasa «algo» de lo que se entera por los gritos alrededor. Otros, en cambio, solemos ir con unas hojas para anotar el partido, o estadísticas completas.

En su libro autobiográfico «Vivir y morir jugando béisbol» (comentado aquí), Don Alfredo Harp habla de su filosofía de vida. Y un punto clave que señala: la vida es como en el béisbol, no puedes ganar todo.  A veces, debes hacer cambios tras las derrotas. O después de algunas victorias que desgastan a tus equipos. Pero allí como en la vida, quien batea 0.750 es un gran éxito. (En lenguaje llano, hacer algo bueno en 3 de cada 4 proyectos es un éxito, sugiere Don Alfredo).

Así que ganar de todas, todas, no siempre es lo mejor. Puede ser que algún proyecto te de satisfacciones en lo individual, aunque el equipo pierda. O bien que haya triunfos del equipo en los que no participaste. Incluso, que ganaran con tu aporte favorable, aunque no fuera el esfuerzo definitivo. Creo que la idea se entiende, y si no, lean el capítulo 4:

Cambios que se vienen

Bueno… Pues acercándonos al cierre del 2007, hay unos cambios que se vienen y así es como afectarán a Dichos y Bichos:

1.- Dejaremos de publicar las «frases famosas» diariamente y el resumen de los lunes. Las haré conforme pueda. Ya les había dicho que bajó mucho la lectura y la apertura de los correos. Esto porque dejaron de ser regulares a raíz de la falla de la compu y luego el temblor. En enero volverán diariamente y los resúmenes.

2.- En Noviembre, me centraré en ayudar a otros escritores a terminar su novela del #NaNoWriMo y en avisarles cómo van los avances de la mía. Será un mes «monotemático», con textos más breves.

3.- Seguiremos publicando lunes, miércoles y viernes, por lo general a las 8:30. La entrada de los viernes, con vídeo. (Si, los vamos a recuperar).

4.- Tendré listo este año las nuevas novelas continuación de «Clara Sandra solía soñar». Recuerden que pueden verla en su sitio web clarasandra.com o en Amazon en papel o e-book.

5.- Viene una nueva serie de libros con un coautor. No saben cómo me emociona este proyecto… del que les contaré más adelante. Habrá uno en octubre y otro en diciembre. O tal vez más, si les gustan. Por lo pronto, colaborar con ese autor es un sueño cumplido. Ya verán por qué.

En fin. Viene un cierre de 2017 muy interesante. Muchos cambios… que espero sean para mejorar. Ya me darán sus opiniones. Porque como dicen en el béisbol, «esto no se acaba hasta que se acaba». ¡Playball!

Imagen de hoy mwlguide

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