De un lado, veo algunos proyectos que reviven porque las personas los buscan. Como las visitas literarias. Personas que ya las han tomado volvieron este verano, con nuevos amigos o con familiares que vienen de lejos. Y vaya que las disfrutamos. Por ejemplo, porque hay un nuevo museo de sitio interactivo en Palacio Nacional. O porque, como están cerradas las torres de Catedral desde el temblor de septiembre del año pasado, ahora lo que se pude ver son las criptas de los arzobispos.
Eso sin contar las nuevas secciones en Templo Mayor, como el nuevo y magnífico vestíbulo. Aunque no hagan la visita con nosotros, no se lo deben perder. Vale la pena un recorrido en torno al Zócalo estos días. ¡Hay tanto que ver que es tan nuevo, que muchas veces ni siquiera aparece en… el Internet aún!
Cerca y lejos≤/h2>
Por supuesto, el otro tema que me tiene con esa sensación de que estoy cerca y lejos de las metas, también pasa por los talleres Escribe Hoy. Tras la entrevista en Radio Red, tuvimos talleres llenos. Al menos, en el papel: no todos los que reservaron llegaron -incluso con sus boletos pagados-. Y aunque la fila de pendientes podría llenar dos o tres talleres más, apenas hay pocos inscritos. ¿Será que llenemos el taller otra vez?
Por lo pronto, hay un regalo para quienes se inscriban al siguiente -y mencionen que leyeron este post-. Tenemos una bonita taza mágica de escritor: cambia de color cuándo se calienta, y deja ver el mensaje de que estás escribiendo. Es un buen regalo para los participantes en el taller. No dejen de apartar la suya, comprando su boleto para la sesión del 18 de agosto.
Y respecto al otro tema… Les cuento en la entrada del viernes. ¿Va? Por lo pronto, ahora que los veo tan cerca y tan lejos, no dejen de… acercarse a su meta de escribir, tomando el taller «Escribe Hoy». Ya saben que hay boletos disponibles AQUI.
Imagen de hoy F H Mira