Todos nacemos con un cerebro. Si funciona adecuadamente, nos va a acompañar toda la vida. Lo cierto es que también puede ser un factor clave para garantizar nuestra felicidad o nuestra tristeza. Depende de cómo se «llene» de experiencias, puede ser muy positivo o negativo.
Piensa, por ejemplo, en alguno de tus «traumas»: puede ser las arañas, las alturas o las serpientes, da igual. Lo más probable es que se vinculen con un estado emocional de tristeza o depresión, con una agresión de que fuiste objeto o con un recuerdo doloroso. Digo, a final de cuentas son esos momentos «intensos» los que más se graban en la memoria.
Pero también recuerda todas las veces que, con menos intensidad pero más constancia, te dijeron algo como «no sirves para nada, no eres bueno, eres un inútil». Créeme que si quien lo dice es tu mamá o tu papá, y te lo dicen diariamente varias veces, al cabo del tiempo actuarás como un inútil, malo y bueno para nada. Tal vez no todo el tiempo, porque te esmerarás en corregir esa conducta -y tal vez un maestro o una pareja te ayudarán a cambiar la «programación» en un evento traumático… y ojalá para bien.
Cerebro y Neuroplasticidad.
Pues bien, me he encontrado recientemente estudios que dicen que el cerebro puede aprender nuevamente e incluso «sobreescribir» en esos momentos o ideas incómodas y dolorosas. Se requiere un tipo particular de onda cerebral y que, ya que estés en ese estado, los mensajes positivos se estén repitiendo constantemente de manera que se arraiguen.
Hace algunos años me encontré a un mexicano quien, desde la década de 1970 ha experimentado diferentes variantes de técnicas como la descrita anteriormente; la primera para atender depresión y otros cuadros emocionalmente difíciles. Pero luego se fue expandiendo a otros temas, incluyendo dormir mejor, autosanación de enfermedades o prosperidad y abundancia. Y la verdad es que en ese entonces yo probé dos de sus programas: el de «Ver mejor» y otro de control de apetito. ¿Qué les puedo decir? Que en el caso del primero pude mejorar mi vista, bajando casi una dioptría a la graduación de mis lentes en cosa de tres meses. Y del control de apetito… pues no me volví una «varita de nardo», pero si podía controlar mucho más el hambre y me ayudó a perder peso. Hasta que… me robaron la computadora y con ella los programas mentales. No logré contactar a mi amigo en mucho tiempo.
Hace poco me lo volví a encontrar y descubrí que tiene nuevas versiones de sus programas, ahora con una Tecnología de Resonancia de Alta Vibración 2G, que permite lograr la neuroplasticidad requerida para que el mensaje llegue al cerebro. Me comentó que con pruebas clínicas que se han realizado desde 2004 se encontró una eficiencia superior al 80% (ocho de cada diez personas logran cambios permanentes atribuibles únicamente al uso del programa, y validado con un grupo de control). Nada mal.
Me contaba que ahora hace muchos desarrollos especiales para empresas e instituciones y que los resultados más que justifican la inversión: antes de 90 días se observan los resultados deseados, pero el monto de la inversión no es menor -hay que instalar equipos de reproducción de los programas, monitoreo vía internet y preparar el programa ad hoc para la sede y la meta que se quiere lograr.
Pero también me dijo que generó una nueva versión de sus programas para uso individual, y tienen un costo que me pareció bastante razonable: U$35 por cada Programa con una hora de duración. Eso implica que, mediante el uso diario, puedes observar los primeros resultados en siete días de uso continuo, el logro de la meta antes de 45 días y que el nuevo patrón quede totalmente arraigado antes de 90 días. Posteriormente a esa fecha, pueden escucharse cuándo requieras un refuerzo o periódicamente para evitar una recaída.
Para los que estén interesados, les recomiendo visitar emotionalwellbeing.net, el sitio en que se ofrecen por ahora tres programas: Autosanación, Dormir Mejor y Prosperidad y Abundancia. Yo ya empecé a usarlos y muy pronto les daré un avance de cómo voy tras utilizarlos durante un tiempo. No dejen de visitar la página y, si se deciden, a probarlos. Tienen además 60 días de garantía incondicional: si lo descargas, lo usas y no te gusta o no te funciona, te reembolsan tu dinero. Está genial para hacer la prueba. Por lo pronto la vez anterior me sirvieron… excepto para evitar que me robaran la computadora.
Imagen de hoy ZEISS Microscopy via Compfight