¡Vaya semana! Resulta que por varias partes me aparecieron «competidores». Sí, me encontré a lectores exitosos -como les comenté el viernes-. Pero también me topé con la competencia. Personas que hacen casi lo mismo que yo… pero más caro. Al doble, triple y hasta diez veces más.
¿El problema? Tienen más clientes. Les creen. Sa saben vender mejor y transmiten mucho mejor su propuesta de valor. ¡Vaya! Hay quien les paga. Y no está mal, que bien que les va bien. La pregunta es ¿Y qué puedo hacer yo para mejorar?
Me surgieron varias ideas. Tengo que ver cuál funciona mejor y está a mi alcance hacerla. Con los recursos disponibles. Aprovechando lo que ya se tiene. Mejorando otros aspectos. Crecer, mejorar. Aprovechar la competencia para revisar mi modelo. Porque la competencia o te mejora o te acaba.
Porque una buena forma de vencer a la competencia… es ser tu mismo. Contrastarte contra lo que hiciste antes. Ya lo sugería en «Creando TUS nuevos hábitos«, una entrada muy visitada. Revisa tu avance, mejora constantemente. Eso debo hacer.
Ya les diré qué cambios haré y cómo pueden beneficiarse de ello. Estén pendientes y, por lo pronto, les dejo las frases de la semana.
Competencia: te mejora o te acaba
Y si: alguien me retó a hacer lo mismo que hago, pero mejor. Porque ofrece un servicio similar, pero más caro. Y, curiosamente, vende mucho más que yo. Así que me tocará demostrar que soy mejor. Y que mi opción «barata» no es más opción, (al menos para mi).
«Es que tengo mala suerte, nunca me gano la lotería». «¿Y compras boleto?» «Nunca». Ni cómo decirles que jugando Lotería puede ganar el premio mayor con probabilidad de 1 en 50 mil, y un reintegro en 1 de 5. Pero sin comprar billete, nunca ganará…
Y si: alguien me dijo que lo que hago no importa. Pero sabe bien y a detalle lo que estoy haciendo. Así que al menos a mi crítico si le importa. Al menos, lo nota. Vamos de gane. Faltan ahora otros 999 «observadores» para hacerla en grande.
Me tocó ir a la Torre Latinoamericana, al mirador. Hacía años que no iba. Tantos, que Torre Mayor era el edificio más alto de la ciudad. Reforma es muy distinta hoy. Y nada como ver la ciudad con otros ojos para entender que todo cambia.
Ya les he contado: por mucho tiempo practiqué montañismo. Así que esto de «ver el paisaje desde la cumbre» me hace mucho sentido. Y si: dura poco, pero vale todo el esfuerzo.
Ahora que las redes sociales se llenan de fotos de los amigos en vacaciones, pensé que no hace falta salir a la playa o cambiar de ciudad: Basta con cambiar la actitud cotidiana.
Así que… Ya que sigues vivo un día más -y considerando cómo anda la amenaza nuclear entre Corea del Norte y Estados Unidos- ¿No es como para dar gracias y disfrutar el día?
Imagen de hoy Agintzari SCIS y postales por @gjsuap.