Vikingos o colonizadores ¿De cuáles eres?

Vikingos o colonizadores

Vikingos o colonizadores

Ocurre que te encuentras gente muy exitosa. Ha tenido buenos proyectos con magníficos resultados con sus ideas. Son como los vikingos: a dónde llegan, arrasan con todo, dominan el mercado. Me topé a algunos esta semana. Y cuándo les pregunté a que atribuyen su éxito, dicen que es porque un libro les dio el marco adecuado para crear sus historias o hacer sus ideas. Lo más sorprendente es lo que me pasó con ellos…

Me dijeron que que esos libros que impulsaron sus éxitos… son míos. Y sí, encontrarse con lectores está padre. Pero encontrarse que han desarrollado tus ideas mejor que tú y que las han llevado a la práctica te deja una sensación agridulce.

«Mira, es que yo leí en el libro «De hormigas a tiburones» que debía hacer esto para tener éxito, lo hice y ahí voy».  Y sus negocios crecen. «No sabes cómo te agradezco: seguí tus consejos en Escribe Hoy y ya tengo dos libros publicados y voy por el tercero». Nada mal, porque tomó el taller en diciembre.  «Si no hubiera leído «Domina tu tiempo en diez minutos al día», no habría hecho los cambios en mi vida». Que bien, está usando el consejo…

¿ Vikingos o colonizadores?

Recuerdo que tenía un jefe que decía que habíamos dos tipos distintos de personajes en el mundo de los emprendedores: los vikingos y los colonizadores. Los vikingos son los que tienen una idea, la plantean, ven las dificultades de inicio y las vencen. Y empiezan a ejecutar sus ideas.  Conquistan un mercado nuevo. Por lo menos en que termina la fase de creación y desarrollo de esa propuesta. Pero una vez logrado el arranque, pierden el interés y se pasan a otro lado a intentar otra cosa. Su interés y su meta es ganar la batalla creativa, conquistar un mercado «a sangre y fuego», no administrar el éxito.

En cambio, los colonizadores son los que toman esas propuestas de los vikingos; esas que una vez establecidas ellos no tienen el interés en continuar.  Pero los colonizadores, una vez acabada la batalla inicial siguen allí hasta verlas crecer. Hasta que generan prosperas colonias. Incluso crean ciudades basadas en las ideas que estos vikingos plantaron alguna ocasión por única vez, tras ganar esas batallas iniciales. Y se desarrollan mejor.

Así pues, estoy de acuerdo en pensar que soy más vikingo que colonizador. Mi mayor gusto está en el proceso de creación y planteamiento de las ideas. Pero al menos debería aprender a venderlas mejor, porque lo peor del caso es que otros retoman las ideas, las hacen productivas y lucrativas y hasta las presentan como de ellos. Y tú… sigues creando más, sin hacerlas.

¡Ah! Y no olvidar la categoría de esclavos: son los que hacen el trabajo duro sin ver beneficios. Muchos de los empleados tienden a quedarse para toda la vida en esa categoría.

Qué hacer.

Es un error mío que si se puede corregir. Confío en que sí. No es fácil y no necesariamente lo lograré. Pero bueno, por lo pronto tengo ya un diagnóstico y podemos corregir. Me da gusto que la gente tenga éxito con esas ideas. Y sí, me molestó ver que cuando tienes éxito no reconocen que tuvieron apoyo o participación de alguien más para lograrlas. En fin, paso a paso, poco a poco, podremos ver cómo, sin dejar de ser vikingo, puede consolidar más éxito en la creación de ideas.

Porque, a final de cuentas, lograr ambas cosas es lo que ha hecho las grandes fortunas: poder tener ideas novedosas y llevarlas adelante. Aunque, como a Steve Jobs, te acaben despidiendo de tu propia empresa. Hasta que la quiebran y te vuelvan a contratar para una segunda etapa de oro. Tiempo al tiempo.

Por cierto, mi catálogo de libros está disponible en Amazon completo y parcialmente en otras plataformas. O en papel, directamente conmigo.

Y tú ¿Eres más vikingo, colonizador… o esclavo?

Por cierto, acá les dejo el video de acompañamiento de esta entrada.

 

Imagen de hoy Kersi_a  y video por @gjsuap


											

Un comentario

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