Hoy, 12 de octubre, se celebra el llamado «Día de la Raza», o puesto en otros términos se conmemora el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, quien llegó a estas tierras en 1492. O bueno, a San Salvador, en las Islas Bahamas en realidad. Por supuesto, todos los niños -incluyendo mis hijos- han recordado la efeméride ya sea haciendo dibujos, festivales, bailes, trabajos, maquetas o lo que sea necesario… O incluso, las tres cosas.
Por supuesto que todos conocemos los detalles de la mítica travesía: que la hizo en tres carabelas llamadas «La Niña», «La Pinta» y «La Santa María», si bien en realidad fueron dos carabelas y una nao; la diferencia son las velas (triangulares en las primeras, cuadradas en la última), el tamaño (de 30 metros de largo, ocho de ancho y dos de altura en la más grande) y capacidad de carga (casi 40 pasajeros en la nao, 20 en las carabelas); que estaba buscando una ruta alterna a las indias; que consiguió «patrocinio» de los reyes de España (en realidad, Isabel La Católica, reina de Castilla le dio sus joyas ante el rechazo de Fernando de Aragón de apoyar el proyecto) tras haber presentado el proyecto en muchas cortes y que llevaba una bitácora doble, una pública para sus marinos y otra con la verdadera distancia recorrida.
También recordamos, que el continente que descubrió no lleva su nombre o alguna variedad (como Colón, Colombia o Columbia) sino América en honor al primer cartógrafo que la identificó como tal; que en menos de quince años los reyes «desconocieron» el contrato original que le daba derecho a gobernar las tierras que descubriera y heredar títulos y fortuna a sus hijos y que estuvo encarcelado varias veces.
Por supuesto, hay elementos interesantes en su historia: por ejemplo, que San Cristobal de Licia, el santo que le da nombre, suele representarse como un gigante que ayuda al niño Jesús a cruzar un río; según la tradición (no canónica) vivió en el siglo III y buscaba a Cristo ayudando a la gente a cruzar un vado. Cuando encuentra a Jesús Niño (sin saber quién es) se queja de que pesa demasiado para ser un niño. Éste le responde que pesa tanto porque lleva «los pecados del mundo a cuestas», le cambia el nombre original de Relicto (u Ofero) y le envía a predicar, hasta su muerte como martir.
Curiosamente, Cristóbal significa «portador de Cristo» y se dice que, así como el gigante del relato ayudó a Jesús a cruzar un río, Cristóbal Colón le ayudó a cruzar un mar y llevar la fe a un continente nuevo.
Sin embargo, hay antecedentes arqueológicos de que habían existido migraciones desde Europa siglos antes (la hipótesis Clovis), cierta presencia vikinga desde el siglo XII en el Atlántico norte (en Terranova y Groenlandia o «Greenland») e incluso naufragios chinos en la zona de lo que hoy es San Francisco, en la costa del océano Pacífico. Entonces… ¿Por qué se dice que Colón descubrió América? Acompáñenos mañana y conozcan más de los motivos por los que Colón se lleva el crédito por el descubrimiento.
El que costeo los gastos del viaje fue un judio conversó Valenciano Luis de Santangel, los llamados reyes católicos no tenían dinero.
A Colon estando en sur de España le llego a sus oídos una historia de un andaluz o portugués que habían echo ese viaje, esto no se sabe si es verdad pero algo hay de cierto porque el viaje no lo hizo como cabía esperar saliendo de Palos rumbo oeste, si no que navego rumbo Sur hasta las Canarias para navegar con los vientos favorables hacia el oeste, el conocía este itinerario por los marineros, si no hubiera sido así jamás hubiera llegado