Alfonso Cuarón se ha de sentir fuera del globo terráqueo: su película Gravity le ha merecido ya el Globo de Oro como mejor director, y estoy seguro que ganará muchos premios más. Y no es para menos: se trata de un gran trabajo, que ya les habíamos dicho que era de lo mejor del 2013 y que, con el pretexto del premio, les comentaremos un poco más por qué.
Primero, alguien me dice que Cuarón no es mexicano, al menos no profesionalmente porque «hizo toda su carrera en Estados Unidos». No creo que sea del todo preciso: Sólo con tu pareja fue una película muy gustada y no dejo de pensar en ella cada vez que me subo a un avión y las sobrecargos señalan las puertas de emergencia. «Grandes esperanzas», aunque tuvo mala crítica sigue siendo una película entrañable y un momento estelar de Gwyneth Paltrow, a mi gusto. Produjo «y tu mamá también», que también es una película memorable. Y luego realizó «Hijos del hombre», una de mis películas favoritas en lo que a futuro distópico se refiere. Y no, su película sobre Harry Potter no me llamó la atención. Es decir, sí empezó en México y ha hecho buenas películas aquí y fuera.
Gravity tiene una anécdota muy simple pero muy poderosa: una astronauta, especialista de misión -es decir, que está por primera vez en el espacio y para reparar un satélite, no como astronauta profesional-, queda a la deriva tras que una lluvia de basura espacial daña su equipo, destruye el transbordador espacial y la aleja de su compañero de caminatas. Con un gran entrenamiento téorico debe luchar por su vida en un entorno complicado, y enfrentar los miedos que la soledad y el entorno le inducen: Morir. El sentido de la vida. Los recuerdos dolorosos. Los momentos que vale la pena vivir.
Gravity tiene la enorme ventaja de sus recursos fotográficos -obra de otro mexicano, Emmanuel Luzbeki-: de entrada, ver la Tierra desde el espacio, lo mismo en un amanecer que sobre una tormenta; ver desde cerca la estación espacial, las naves Soyuz o la nave china, el transbordador espacial… Y todo directamente, reflejado en el casco de Sandra Bullock o a través de la primera persona. Agreguen una banda sonora muy bien escrita, y tienen un cocktail ganador.
Además es una película que puede somatizarse muy bien: la angustia de la falta de aire, el mareo de las vueltas, la conmoción del espacio abierto y la nada, el silencio en el que explota la estación espacial es sobrecogedor. Porque si bien Star Wars nos ha enseñado lo grandioso de los rayos láser y las explosiones monumentales, en el espacio reina el silencio absoluto: su vacío casi total se acompaña con la falta de transmisores de sonido, y por tanto, un silencio ensordecedor. Y la banda sonora refuerza esos elementos.
Pero lo mejor de todo es lo que obliga a pensar y sentir: dejar ir, valorar, no dar nada por sentado, disfrutar cada momento; disfrutar la compañía, distante aún en plena soledad; reconocer que nunca estás solo y no dejarse vencer. Por eso y mucho más creemos que Alfonso Cuarón será aplaudido de gravedad y, ¿Por qué no? Darle el primer Óscar a un mexicano universal…
Update: Se anunciaron ya las candidaturas a los premios Óscar. Gravity está nominada a Mejor Director, Mejor Fotografía, Mejor Película, Mejor Actriz, Banda sonora, Montaje, Diseño de producción, Efectos visuales, Sonido y Montaje de sonido. Es la película más nominada este año. Esperemos que traiga al menos cuatro… (Confiamos en mejor director, mejor fotografía, efectos visuales y diseño de producción, pero no nos molestaría banda sonora, mejor actriz y mejor película también…)