Debo confesar… Hay días más lentos que otros. Días en que te sientes tan cansado, tan desganado, tan… bueno, creo que ya tienen la idea. Solemos llamarlos «Día Nacional de Conmemoración de la Pereza» y parece que este domingo en particular es uno de ellos.
Como puedes ver, este sitio está cambiando de una versión 1.0 anterior. Pero también pueden notar que hay algunas cosas que van muy lento… Hoy fue un día en que no trabajé en el blog, no leí, no escribí – hasta ahora- e incluso ni siquiera prendí la televisión. Un rápido viaje a la iglesia, visitar a alguien, desayuno rápido, pequeñas compras en el súper, y… ¡a la pijama a las dos de la tarde!
Si, piensa que me tomé un día libre… La única razón para escribir ahorita es mantener el hábito de escribir a diario, incluso en un «Día Nacional de Conmemoración de la Pereza», en el que el compromiso con ustedes y con mi blog es el motor que me hace golpear el teclado hoy, aunque sea muy despacio…