A lo largo de dos décadas, Pixar Animation Studios nos ha acostumbrado a una alta calidad en películas de animación. Desde «Toy Story» hasta la recientemente estrenada «Buscando a Dory», no deja de sorprendernos con buenas películas, bien contadas, que mueven las emociones y que le hablan a distintas audiencias con distintos niveles de profundidad.
Sin embargo, si se ha notado la huella de los estudios Disney desde su adquisición, que han modificado un par de factores esenciales en la narrativa de la compañía de la lampara flexible. Y en su más reciente producto se vuelve a notar.
Sospechamos que, pese a todo, será un gran hit de verano y podrá incluso romper el récord de mil millones de dólares tras su exhibición en todo el mundo. Pero no deja de notarse que se tiene en mente tanto el merchandaising y los productos licenciados como la calidad cinematográfica.
Dory: un Pixelazo más.
En 2003, «Buscando a Nemo» nos presentó a un pez payaso, Marlin, que había perdido al único hijo que le sobrevivió tras un ataque de depredadores, Nemo. Su hijo fue capturado por un buzo. Contó la ayuda de un pez cirujano, Dory, que padece de su memoria de corto plazo. Juntos se las ingeniaron para atravesar el mar y llegar a rescatarlo a Sydney, Australia. La gran novedad fílmica era la textura del agua, que junto con la luz y las corrientes marinas eran un personaje más. Y el hecho de que el héroe fuera un padre buscando a su hijo.
«Buscando a Dory» es la secuela: de vuelta en su arrecife, Nemo, Marlin y Dory siguen su vida normal. Hasta que Dory recuerda que se le había olvidado que ella también tenía una familia. Mediante chispazos de memoria va recordando que vivió en el Instituto de Vida Marina, en California. Y con ayuda de sus amigos, regresa allí para buscar a sus padres. En el camino, va encontrando a amigos de su infancia y haciendo nuevos amigos.
Técnicamente, la película es impecable. Se nota el avance en los equipos de software y en las computadoras.La música es magnífica. El mar y el acuario del centro de investigación son verdaderas joyas. En ese aspecto, está muy bien y vale el boleto.
Podemos decir que es un Pixelazo, en el sentido que es una buena historia, con alto nivel de técnica de animación, buena música y personajes memorables e interesantes.
Valoración: menos huellas de Disney, por favor.
Como siempre, Pixar se esmera en hacer películas para niños que los papás disfruten. Ejemplos: incluye escenas que recuerdan Inception a pie juntillas. También aparecen secuencias de Liberen a Willy. Y, por supuesto, secuencias y referencias puntuales a Buscando a Nemo. El primer astronauta mexicano, Rodolfo Neri Vela, es la voz del centro de investigación, y los personajes lo mencionan.
Lo malo: Hay más de un personaje que parece incluido a fuerzas para vender mercancía. He visto ya juguetes de la película, y momentos o personajes que aparecen circunstancialmente -el pez de juguete o la jarra de café de Dory- que ya están a la venta. Abusan de la comicidad de pastelazo, que no era lo típico de Pixar, que hacía humor más inteligente.
Para darnos una idea, en Up! los animales actuaban como animales, aunque hablaran. Lograban un gran balance de no perder su carácter de animal. En Cars también, cada personaje tenía una personalidad acorde con su aspecto. Tengo la impresión que en Cars 2 y ahora en Buscando a Dory, ese factor de verosimilitud se pierde mucho.
La película es buena, con fotografía y música excelente. Pero temo que la historia me quedó a deber. Hay demasiado Disney -sus valores y conceptos- e incluso los momentos emotivos fueron menos intensos de lo que nos tienen acostumbrados. Como en «El pequeño dinosaurio«, la música y fotografía son excelentes, pero un manejo inadecuado de personajes la arruina. Aquí no es tan malo, pero le falta para ser un clásico instantáneo, como Wall*E e Intensamente.
No se hable más: los dejo con un avance de la película y les recomiendo verla.
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Por primera vez disiento (un poco).
Creo que el poner a un personaje con discapacidad mental como protagonista de una película hiper-mainstream animada y dirigida a un target infantil es absolutamente histórico. Lo que comenzó con la "aleta de la suerte" de Nemo, da un paso gigantesco a la relación de Dory y sus papás, que es lo que engloba TODA la película: **SPOILER ALERT** las pequeñas grandes pistas que los papás de Dory le dan con la esperanza de que eso los vuelva a juntar. Tan sólo ese mensaje, como papá, te parte el alma.
¿Hay gags? Sí, no sé si en exceso, creo que no tantos como en Monsters University y sobre todo creo que no en detrimento de la película; hay momentos de franca carcajada.
Eso sí, estoy absolutamente en contra de mencionar en el mismo post a Dory y al bodrio ese del dinosaurio. De esa otra película sí que deberíamos de olvidarnos (pun intended)
Abrazo!
Gracias Salvador; no había tenido en cuenta ese factor. Mi queja de algunos gagas en que en la era de Pixar puro eran más inteligentes; ahora a veces abusan del "pastelazo", parte del ADN Disney que ha ido adoptando Pixar. Y si al Dinosaurio le quitas los dinosaurios, la música y los paisajes serían grandes videos de Narada… Saludos.
Válgame, desde 2003, mis hijos eran muy pequeños y recuerdo que a mi Buscando a Nemo me dejo una gran lección, y a ellos también. Gracias por la reseña, ya veremos el lunes.
Creo que la van a disfrutar. Vale la pena