Después de casi un año de abandono, el aviso de que regresamos a Dichos y Bichos que comenté en la entrada anterior fue recibido con escepticismo. “Duda mediante, no sé si creerte” me dijo alguien por allí. Y tristemente debo reconocer que esas dudas tienen cierto fundamento y parecen creíbles.
Algunos de los motivos ya los había expuesto: Hay molestia con lo violento que se han vuelto las redes sociales. El tráfico, los lectores y comentarios han bajado. Los proyectos autorales están medio castigados y el tiempo disponible es menos.
Pero entiendo que, para quienes nos conocen a detalle, esa no es toda la verdad. No son ni siquiera los motivos principales, aunque sean importantes. ¡Vaya! Ni la muerte de mi amigo y socio Jorge Berry bastan para aclarar toda la circunstancia.
Duda mediante…
Sí, lo han adivinado. Parte del problema es el denominado Síndrome del Impostor. Esa condición en la que el propio hablante no cree al cien por ciento lo que dice. “Duda mediante, seguiré pensando en hacerlo” es lo que puedo decirme… Pero sin convencerme a mí mismo de hacerlo de verdad.
¿A qué se debe? A que en mi lista de tareas al menos 156 veces apareció “Escribir entrada blog” durante 2023. De ellas, solo dos veces lo hice. A que al menos 52 veces había un bloque de tiempo apartado los domingos para avanzar esa tarea. Pero la verdad es que nada más de abrir el programa aparecían más de 20 alertas: actualizar plugins, revisar configuraciones, quitar cosas que ya no se hacen automáticas -como compartir en X, antes Twitter-. Era hacer tanto para lo más sencillo, que ya no se antojaba.
Además, algunas de las herramientas pasaron de ser gratuitas a ser de paga; otras, tienen límites. Lo que antes eran apenas un par de etiquetas de HTML ahora son líneas y líneas de código para hacer y decir lo mismo. Se ha complicado tanto ser sencillo, que no dan ganas de meter tanto para configurar lo mismo y que se vea simple.
… seguir adelante
Porque debo decir algo: lo más preocupante es que hay menos lectores. Lo de hoy es ver videos. Pero hacer un video de un texto pensado para leerse toma demasiado tiempo y no queda tan bien. Claro que la “inteligencia artificial” puede ayudar a encontrar las frases adecuadas y las imágenes que las acompañen. Aunque el resultado sea muy ajeno al carácter y sentido del autor original.
¡Vaya! Hasta la herramienta de corrección de textos, que antes dejaba pasar varios dedazos en un mismo texto, ahora se ofende hasta de encontrar unas comillas que no sean tipográficas o un guion corto donde debía ir uno largo. Confieso que es frustrante que, un texto tan breve como este, tenga sus circulitos rojos señalando decenas de errores simples pero importantes.
Y, sin embargo, solo nos queda una opción, porque abandonar del todo no lo haré: Segur adelante. Adaptarme al cambio. Tomar lo mejor de lo nuevo y hacer que nos sirva, a ustedes y a mí, para avanzar los proyectos. Lograr, así, que la duda mediante se vuelva duda menguante y seguir adelante.
Imagen de hoy: Nathan Cowley en Pexels.com
Duda Menguante…. 😀
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