Ejemplo: Arrastra más que el sermón

La semana anterior me regaló unos momentos especiales, de punta a punta. ¿Qué tuvieron en común? Que muchas personas en distintos temas me dijeron que harán cosas diferentes a lo que habían hecho… por el ejemplo que, involuntariamente, les puse.

Lo mejor es que ni siquiera procuraba hacerlo. No era mi intención. Simplemente, me vieron hacer las cosas «a mi nueva manera» y han visto los resultados. Decidieron que era buena idea intentarlo. A veces nos pasa a todos: desde el día que optaste por probar cigarrillos mentolados o la coca sin azúcar, y alguien más te sigue -no me ha pasado, pero es un ejemplo-.

Me refiero, por ejemplo, a que al menos tres personas me dijeron que siguieron uno de mis consejos y están contentas con los resultados. O me vieron trabajar con Scrivener y decidieron hacerlo. O les platiqué de Escribe Hoy y ya empezaron sus libros… Lo curioso es que al menos siete personas en siete temas distintos se sumaron a diferentes acciones.

Y no, no es porque quiera presumirlo o por egoísmo: simplemente, me dio gusto que en ninguno de los casos tratara de darles un sermón de por qué hacerlo diferente: simplemente, les gustó lo que vieron y empezaron a hacerlo.

El ejemplo arrastra…

Por ejemplo, aquí los temas:

• El intento de tener días de comer sólo plantas. Crudas o guisadas, en hojas, frutos o semillas, Nada de huevo, leche, carne o pescado. Ya me han pedido las recetas -y vaya que no las hay. Vaya, no son complicadas…
• Otra persona me sugirió que haga un libro con la metodología que estoy siguiendo. Ya dije que sí, pero más adelante. Dicen que el peso, la piel, el olor y otros factores «han cambiado» para bien con el mayor consumo de plantas crudas.
• Mi hijo, mi propio hijo, está feliz con el modelo de comprar «menos productos industrializados». Por primera vez me preguntó cómo escoger una zanahoria o un tomate para comérselo en rebanadas.
• Tras ir a la biblioteca Vasconcelos un par de veces por algunas horas, mi hijo dijo: «Papá, hay libros que están muy padres y muy sencillos. Yo puedo hacer uno igual. ¿Me ayudas?». Sí, sin duda lo haremos.
• Apagar las alertas del celular ha contribuido a que pase menos tiempo en él. Y eso sin duda ha mejorado la calidad de mis relaciones personales. ¿Tres horas en una plática sin siquiera voltear a ver la hora? Si, atípico pero muy bueno.
• Alguien me vio usar Scrivener y me pidió que le enseñara. ¿Lo mejor? Lo tiene hace casi dos años y nunca se había animado a probarlo más de dos minutos.
• Otra persona vio mi página de autor de Amazon y me pidió que si le ayudo a escribir un libro. Estará para diciembre… o antes.
• La app que les decía que comparte un libro resumido, gratis… Blinkist. Ya la han instalado varias personas y me dicen que están contentas. Yo leí 12 libros en un día gracias a ella.

En fin, no se trata de vanagloriarme. Simplemente, me gustó ver que sin necesidad de dar sermones, sino predicando con el ejemplo, logras ayudar a tantas personas. Eso va bien.

Las frases de la semana

¿Qué les cuento? Es un tema que he intentado incorporar a mis hábitos. Días de comer únicamente plantas  -frescas, semillas, o guisadas-. Pero al compartir esta postal, al menos siete «carnívoros» dijeron que ni locos, y un vegano me dijo que era cobarde por hacerlo «a ratos». No, pues «ese apoyo si se ve».

Me pasó. Por casi tres horas: una charla tan, pero tan buena que ninguno de los dos volteó a ver el celular hasta que sonó con una llamada el de la otra persona. Interesante situación…

No es fácil. Pero se puede. Ten confianza en que todo saldrá bien, y verás la diferencia en tu vida. Aunque el miedo te paralice, aunque te caigas ocasionalmente…

Confieso que esta postal surgió a raíz de que encontré cómo hacer que la Mac suene como una vieja máquina de escribir –acá el detalle-. Y no saben cómo ha mejorado mi ritmo de escritura.

 

Eso me dijo alguien sobre mi iniciativa de ciertos días sólo comer plantas. Pero se aplica a varias cosas: cuándo te quedas casado con una única idea, por ejemplo, sin siquiera considerar las alternativas.

Y si: pasé por una calle que no frecuento y que atípicamente utilicé -normalmente paso por la de al lado, pero estaba cerrada por obras-. Ya ni les digo que descubrí cosas interesantes que no sabían que estaban tan cerca.

 

Y si: de un tema al que entré con miedo, resulta que será mucho mejor de lo que esperaba. De esas cosas que realmente transforman tu vida. Veremos hasta qué punto.

Imagen de hoy Arkangel