Okey, hoy es Día del Padre. Afortunadamente, tengo el mío aún (el mío y el de mi hermano, vaya). Pero también recuerdo a mis abuelos. Fueron unos tipos muy especiales, y no exagero si les digo que tengo impronta de ellos también. Recuerdo mi abuelo Javier (¡por eso hay una «J» en mi nombre!) siempre cercano a nosotros, siempre servicial con la familia. Ya estaba retirado, así que nos llevaba a muchos sitios -recuerdo especialmente unas vacaciones en Careyes, en la costa de Jalisco… ¡La primera vez que viajaba sin mis padres fuera de la ciudad!
Mi abuelo Pedro, papá de mi mamá, tuvo 25 hijos con mi abuela. Perdieron 5 antes de nacer, y otros 5 murieron antes de cumplir 2 años -la mayoría de meses-; así que su familia terminó con 15 hermanos y hermanas, de los que mi madre era la mayor , y yo era su primer nieto. ¡Nada mal para un huérfano de la Revolución Mexicana!
Bueno, hoy los recordé. Y como este Blog es el más personal -no es de negocios o para hablar de problemas- quise hacer un alto para recordarlos hoy.