¿Qué tan virtual es el mundo virtual? ¿Acaso lo que pasa en las redes puede afectar tu vida diaria? Este es el trasfondo de la novela de Inés Récamier, «Entre Mundos«. Publicada por editorial Endira en 2013. Hoy les quiero comentar sobre ella.
El estilo de Inés es sensual y cautivante. La hipótesis que aborda es muy interesante. Mariana quiere acercarse al mundo virtual en el que su hijo Fernando pasa mucho tiempo. Quiere saber qué le encuentra de interesante. Y lo que era un acercamiento de una madre a un hijo adolescente, termina volviéndose una adicción para ella misma. «El Mundo» es algo que la empieza a separar de su vida cotidiana, de su rutina. La aleja de sus amigas, de su marido y de su familia.
Creo que es una buena lectura para las mujeres de la Generación X que tienen ahora hijos adolescentes y que buscan entenderlos un poco más y el rol ellas mismas en este mundo interconectado.
Entre Mundos
Mariana, mujer de clase media alta está preocupada por la adicción de su hijo Javier al juego de realidad virtual «El Mundo». Así que decide probarlo ella misma. Poco a poco, como no queriendo, y primero junto a su hijo y luego con más personas, se va involucrando en un mundo virtual. Este le llena de tareas y aventuras, y le da una alegría de vivir que ha perdido en el mundo real.
Vive -de lejos, porque prefiere estar en el mundo virtual- los dolores y tragedias de la vida familiar de sus hijos y de sus propias amigas. Va descubriendo que la realidad alterna tiene mucho más que ofrecerle en cuánto a sensualidad, emociones y experiencias. Y así, sin proponérselo, se va dejando atrapar por la adicción a ese mundo virtual. Encuentra, como ella, personas capaces de desconectarse de su realidad para atreverse a ser lo que no son, en un mundo perfecto y planeado.
El problema es cuándo ese mundo virtual se apropia de ella a tal grado que le cuesta trabajo vivir en el mundo real. Cuándo pierde la conexión con el hijo que la llevó allí y con su otra hija. Cuándo deja de hacer todo lo que hacía por pasar un rato más con su Hermandad en línea. Cuándo solo fuma, bebe y juega -rasgo que, debo decirlo, en algún momento hizo antipática a la protagonista.
Por qué leerla
Para quienes viven en línea, encontrar que su mundo también existe en la obra literaria de Inés Récamier será una grata sorpresa. Verlo descrito con la pluma y el talento de esta fina escritora valdrá la pena -si pueden dejar el juego algunas horas-. Para las mujeres que tienen hijos perdidos en el mundo virtual, será también una buena lectura. Y para todas aquellas personas que se han rendido en la lucha por la vida y que no creen que puedan hacer nada nuevo ni diferente, será una lectura esperanzadora.
Tal vez lo mejor que me llevo de esta lectura es la reflexión acerca de qué tan virtual es el mundo virtual y que tan real se vuelve. Por ejemplo, un dato poco conocido es que mi primer novia la conocí en la red -cuándo la red era incipiente- en 1996. Yo proveía un servicio de información por correo electrónico, y ella era una de mis usuarias más «intensas2. Era la única que preguntaba o pedía ampliación de los datos, por lo menos una vez a la semana. Así que después de casi tres meses y a punto de acabar el semestre, decidimos conocernos en persona. El resto es historia.
También vivimos «Entre mundos».
Me ha pasado que he conocido en línea a muchas personas a lo largo de estas dos décadas. Amigos virtuales que se han vuelto reales. Amigos reales que se ha vuelto virtuales. Amistades en persona que se acaban por cosas que dices en línea, y hasta algunos enamoramientos -mutuos o solo de un lado- que se acaban cuándo se acaba «lo virtual».
Incluso algunos incidentes de personas celosas que se enojan porque tuiteas con alguien a quién no les cae, o que te piden que «jamás en la vida» vuelvas a arrobarlos con otra persona. Una que creía que la acosaba porque le contesté tres días al hilo un mensaje que lanzaba al azar -y que coincidía que yo lo veía, sin estarla espiando-. He tenido un par de acosadores también.
Quiero aclarar que a Inés no la conozco en persona. Aunque ambos estamos en un proyecto conjunto -coordinado por otra amiga virtual, a quien ya conocí en el mundo real-, por esa vía nos conocimos. Y si bien tenía ganas de leer su novela desde hace tiempo -se publicó en 2013-, es ahora que tengo cierta interacción virtual con ella que me decidí a completar mi lectura. Debo aceptar que la disfruté mucho y que sé que les gustará bastante -aunque les meta un par de ideas incómodas, ya lo verán-.
Recomendación.
En fin, que toda esa relación entre el mundo virtual y el real se ve muy bien reflejada en «Entre Mundos». Si me están leyendo en línea, sin conocerme, sabrán que la anécdota que allí se cuent podría pasarnos a nosotros. Y si ya me conocen es muy probable que ya nos haya pasado algo así. No se la pierdan.
Si les dio curiosidad, aquí les tengo un avance del libro.
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Pueden conseguir su ejemplar en librerías de prestigio o en Amazon. La hay en formato digital o impreso. También la tiene Liverpool en papel y Gandhi en digital. Haciendo click en la siguiente imagen está disponible desde Amazon o Amazon México.
Imágenes de hoy: Cortesía de Inés Récamier
Gonzalo, me encanta la forma cómo cuentas lo que pasa en el mundo virtual. Me gusta que digas que Mariana te parece antipática. ¡A mí también! Es un personaje que cansa, tanto como cansan la rutina y la mediocridad. Te agradezco muchísimo el tiempo que tomaste para mí, para Entre mundos, y la enorme dedicación para preparar este artículo. Gracias por la honestidad, querido escritor.
Un gusto, Colega. Tu sabes que lo relevante es hacer que más personas nos conozcan, y más si las editoriales no confían en nosotros. Saludos.
Cuando yo empecé en el mundo de internet existían los foros (quizás aun haya, pero ya no es lo mismo desde que surgió FB)- Había uno en particular que causó mucho furor: Doctor Amor. Y sí, supongo que como a la protagonista, te vas enredando en un mundo virtual, que no por fascinante deja de ser absorvente. Voy a comprar el libro.
Creo que te va a gustar. Y si, conocí a varios amigos en foros, ICQ, Yahoo Messenger… etc. etc.
Héctor, tu comentario me hace plenamente feliz. Avísame cuando lo compres. Espero que lo disfrutes mucho.