Tendía a pensar que la música para orquesta se había agotado. Que después de tener a Mozart, a Beethoven, a Tchaikovsky… incluso un Moncayo o un Villalobos, estaba acabada. Que nadie podría hacer nada equivalente. Que, de hecho, los músicos «clásicos» se habían acabado hace mucho, mucho tiempo.
Pero luego hice un pequeño descubrimiento del agua tibia: se sigue haciendo GRAN música para orquesta; la diferencia es que ya no se hace para ir a escucharla única y expresamente a una sala de conciertos con la orquesta frente a ti, sino que la mayoría de la gran música orquestal del siglo pasado y de la que va de este se hace como soundtrack para teatro o cine.
La dificultad es que ir a escuchar a una orquesta tocándola por si sola no luce tanto como escucharla viendo una gran imagen que la acompañe. Pero se hace de cuándo en cuándo. Y es difícil escuchar la música sin recordar la película que la acompaña…
Ya lo comentaba en el libro «Lo mejor de Dichos y Bichos volumen 1» (disponible en Amazon para Kindle y en Google Books): el gran mérito de la saga de Star Wars es contar con una gran música sinfónica por todo lo alto para narrar una saga de ciencia ficción y aventuras galácticas.
El mejor autor de música orquestal para cine es, en mi opinión, John Williams, autor no solo de las «seis sinfonías» para Star Wars -y ya trabaja en la séptima entrega de la saga-, sino de otros grandes temas clásicos: Superman, E.T. El Extraterrestre, Tiburón, las tres películas de la saga de Cazadores del Arca Perdida, Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, entre muchas, muchas otras.
Hoy cumple 82 años de edad, y por eso nos acordamos de él. Y estoy seguro que muchos de los lectores más jóvenes lo han escuchado pero no lo conocen… más allá de ciertos fragmentos de algunas de sus obras.
Por ello, este gran homenaje «a capella» del grupo Moosebutter en que tocan sus grandes temas (les reto a reconocerlos). Todos los grandes temas… a condición de que no sean los de Star Wars ¿o si?. John Williams is THE man. Disfrútenlo: