Pues llegamos al final de 2016. Y tengo la sensación que es un final de temporada de serie de televisión: muchos ciclos se cierran, otros se abren y quedan algunas interrogantes importantes en el aire.
Por supuesto, hay personajes que desaparecieron con el año que se va -o que se fueron antes y no volverán-. Otros que cobraron importancia. Hay retos importantes que fueron superados y otros que se complicarán más.
Varias veces he insistido en que el calendario -creación humana- no influye en la naturaleza. Ella sigue sus ciclos y el 2017 será lo mismo que el 2016 para ella. Pero a los humanos si nos mueven este tipo de cambios. Y con ellos, las actitudes y disposiciones son distintas.
En mi caso, cerraré un año complicado, de dificultades y pérdidas, entendiendo quienes son buenos amigos y quienes fueron meramente circunstanciales. Con quienes podemos contar hacia el futuro y quienes son parte de un pasado y un recuerdo.
Final de temporada
Si tuviera que agradecer por este año, el primer lugar sería para mi amada esposa, Ivette Hernández. Sin duda todo el apoyo y compromiso que me ofreció este año fue fundamental. Gracias también a mis hijos Anette y Gonzalo, a mis padres Gonzalo y María Luisa, a mi hermano Mauricio, mis suegros Daniel y Teresa y mis cuñadas Dennis y Margarita por todo su apoyo.
También a Xiuh Tenorio y Ari Camacho por su constante apoyo; Ceci Gámez, Mónica Moreno, Erika Villa, José Luis Santisbón, Ricardo Monroy, la Maestra Patricia Hernández y mi querida prima Marien Prado que creyeron en los proyectos y me ayudaron a hacerlos realidad. Ahora, hay que crecerlos.
A mi editora Aline @BishuBishu, gracias por no dejar de creer en los proyectos y por toda tu retroalimentación. No podria hacerlo tan bien sin ti.
A mis queridas colegas Nat Colmenares, Julia Santibáñez, Inés Recamier , Sidharta Ochoa y especialmente Cristina Liceaga, Interactuar con ustedes este año me ha convencido de que la vocación literaria es el camino a seguir. Y más si consolidamos las visitas literarias. Ha sido un placer ser su colega e intercambiar nuestros «hijos» literarios.
Y muy especialmente a todos mis lectores: a los del blog, las redes sociales, las novelas y los manuales. Los participantes de las Visitas Literarias, los talleres de Escribe Hoy; quienes han leído en digital desde Amazon o en las versiones impresas. Sin ustedes, nada de esto tendría sentido.