Confieso que esos días he sentido profunda frustración. Como lo leyeron en «muerto por 55 horas…. y aún en coma«, este blog se cayó más de dos días sin que me diera cuenta.
No sé que será peor: que la caída me pasara despercibida. Que los respaldos diarios no bastaran para salvarlo. Que tres veces lo levanté para volverlo a tirar antes de encontrar la causa…
O tal vez la mayor frustración venía del hecho de que «nadie» lo noto. Un par de lectores me dijeron algo, pero al tercer día. Un par reaccionaron cuándo pregunté en redes. Tal vez lo peor es notar que no importas tanto.
El enemigo a vencer: frustración.
Lo peor de una caída como esta es el tiempo que se requiere para «volver a poner todo como estaba». O bien para aprovechar el desorden y ordenar de otra manera. Porque, y lo confieso: crear un sitio nuevo me toma unos treinta minutos de punta a punta. Desde comprar el dominio hasta tenerlo publicado. Pero el «ponerlo bonito» puede durar una semana de trabajo arduo.
Y cuándo, como en este caso, son diez sitios los afectados, ya veo todo el trabajo que se viene sólo para ponerlo «cómo estaba». Si se puede. Por ejemplo, aproveché para quitar unos diez plugins del sitio, con funciones que ya no usábamos (como el Audioboo para los podcasts).
Pero hay otras que, simplemente, no encuentro. Por ejemplo, para hacer la letra más grande. Es decir, antes el default era una letra más grande de la que están viendo ahora… pero no encuentro la opción. Creo que no está disponible en este tema.
Así que calculo que será a fin de mes que Dichso y Bichos esté en orden y al corriente. Veremos si así pasa, si sale antes o si tarda más. Pero les aseguro que no me rendire… ¡pero qué frustración!
Imagen de hoy: Miranda Mylne via Compfight