Algunos de ustedes ya lo saben. Otros me preguntan por Twitter o por otras vías. La mayoría sólo piensa que abandoné el blog Dichos y Bichos una vez más… La realidad, un poco distinta a lo que pueden suponer, tiene que ver con cierto hecho incómodo y triste. Pero afortunadamente, nada que no pueda remediarse pronto.
En buen español, «iCrash». Bueno, en realidad no es buen español: lo que pretendía decir es que la iPad que mucho me apoya en mis tareas cotidianas «crasheó». Y no en el sentido técnico de «borrársele la memoria» o «dañarse el dispositivo de almacenamiento». Simplemente, se estrelló. No una, sino dos veces. Y si: traía funda, venía protegida, parecía impensable… pero pasó.
Por supuesto, la biografía de Steve Jobs de Walter Isaacson (disponible como e-book en Amazon para Kindle) comenta que se decidió a lanzar la iPad hasta que vio el Gorilla Glass, un vidrio prácticamente irrompible y una vez que se aseguró el abasto suficiente y en exclusiva de ese producto por un buen tiempo. Pues bien, encontré cómo destruirlo: lo estrellas pegándole en una esquina; luego lo rematas con una caída en un pico sobre las fisuras. Total, la iPad si funciona, siempre y cuándo no te importe terminar con alguna astilla aquí o allá (lo que no es conveniente para ciertos juegos, y dificulta horrores el resto del trabajo). Obvio decirlo, no era mi interés descubrir la manera de hacerlo: simplemente «pasó».
La dificultad radica en que la red en mi trabajo no permite entrar a todos los sitios; escribir desde el celular es lento, inefectivo y latoso; y sobre todo, habiendo perdido mi principal herramienta, lo que antes podía ser tiempo de lectura matutina y escritura nocturna se ha perdido: mucho de lo que avanzaba en casa ahora tengo que hacerlo en la oficina, lo que limita el tiempo disponible. Para colmo, sin el aparatejo que suma horas laborales fuera de la oficina, se me fueron fechas de cierre de varios artículos -o pude escribir menos. y las cobranzas andan lentas (tanto en mi trabajo como con otros ingresos) y estoy en una etapa en la que dejé de contar pesos para empezar a contar centavos, por lo que «prioridades» como reparar o reemplazar la iPad tienen que esperar su turno tras otras prioridades como comprar comida y pagar la luz. Así que… ni libros en el primer trimestre, ni blog diario, ni alta eficiencia en la oficina, ni… ¡Bueno!
Por supuesto, hay tres cosas que pueden hacer:
- Tenernos paciencia y no olvidarnos. Digo, hay más de 500 entradas, por lo que si leen una al día les tomará más de un año visitar todo el sitio. No dejen de recomendar, vía Twitter o Facebook, alguna que encuentren particularmente interesante.
- Cooperar para recuperar muy pronto las herramientas de trabajo que permiten tener este blog -y otros proyectos, incluyendo los libros prometidos- funcionando. En la barra lateral hay un botón de ¡Invítame un café! en el que pueden hacernos llegar donativos -que les aseguro que serán bienvenidos-. Es vía PayPal, por lo que es confiable y seguro.
- Regalarnos una iPad. Por supuesto, sé que no sería fácil… pero es la más cómoda de todas -al menos de este lado-. Y, por supuesto, sabremos agradecerles. 🙂
Así que, mientras tanto, seguiremos publicando poco a poco, pero pronto volveremos con Dichos y Bichos con mayor frecuencia. Ayúdenos a que sea muy pronto.
Don GJ, pues qué te digo. Buscaremos la manera de ayudar, en serio, pero por lo pronto, ¡paciencia! Y ánimo. Toda pérdida es, también, renovación. ¡Saludos!
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