A veces la vida te da cachetadas para hacerte despertar. Este fin de semana fue uno de esos. Me encontré un viejo cuaderno de 2009, en el que anotaba las ideas con las que despertaba. A veces, con las que soñaba. Pero, la verdad recuerdo tan poco de mis sueños que más bien eran con las que despertaba. En fin, queda claro que era un cuaderno de ideas.
De repente, me encontré una página sobre ideas para mejorar el metro. Una de ellas sugería que se señalizara el piso para facilitar la entrada y la salida de pasajeros. Reconocía que era difícil educar al público, pero era la única manera de facilitar su uso. 2009. Este fin de semana usé una Línea del metro que no frecuento. Y verán lo que me encontré.
En diciembre de 2016 la Universidad Nacional Autónoma de México presentó una «idea original» de su Laboratorio de Movilidad, que sugería que debía señalizarse el piso para facilitar la entrada y salida de pasajeros. El pilotaje, en la estación Balderas de la Línea 1, se realizó con éxito y ya se amplió a más estaciones, según las noticias:
¿Pueden encontrar la diferencia entre la foto del metro señalizado y la de mi cuaderno de ideas? Si, la principal: la UNAM se la planteó al metro y la hicieron. Yo solo la pensé y no hice nada más al respecto:
Cierto, no es una idea original. Ya se hace en muchas partes. Nunca se había planteado para hacer en México. Tampoco es que sea un enfoque muy distinto: No es un enfoque radical. Y ciertamente una idea en un cuaderno NO es una ejecución adecuada de una idea. Pero es una señal clara: hay que actuar. No basta con tener ideas. No es la primera vez que les digo eso. Ojalá y aprendamos la lección y actuemos más.
Ideas: No basta con tenerlas
Debo confesar algo: Llevo un par de semanas sumamente interesado en el Hip Hop. Si, esa música que dije que nunca me gustaría. Claro que no cualquier disco de ese género. Ya les contaré cuál y por qué.
Observa. Observa. Seguro los lugares habituales guardan más secretos que no has visto porque son… habituales. Velos con otros ojos.
Un día de esos que no avancé nada en las tareas pendientes. Pero se me ocurrieron muchas ideas para otras propuestas. Fue, al final, un día sumamente productivo… aunque no hice nada concreto.
Esta frase me llegó en complemento a lo que les comenté en la entrada sobre el libro de Mel Robbins. Un día conté desde 5 y no bastó: No quería hacerlo. Así que volví a contar desde 5, para vencer mi resistencia. Y lo hice.
Curiosamente, esta cita brincó antes de encontrarme el cuaderno del que les platicaba en el inicio de esta entrada; en dónde tengo anotadas ideas. Algunas, como la sinopsis de Clara Sandra ya se hicieron realidad. Otras, siguen allí dormidas. Hay que hacer las ideas o no sirven.
El 8 de julio es el cumpleaños de una persona muy especial para mi. Era mi manera de felicitarla con discreción, pero sin dejar pasar el día. Ni más ni menos.
Y bueno: era un domingo de flojera, con frío y sueño. Hacía falta café. Y aún lo hace.
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