Ya les he dicho que noviembre es el mes del NaNoWriMo. Y también muchos saben que uno de mis productos estrella es el libro y taller de Escribe Hoy. Así que para la tarea de escribir un primer borrador de una novela de 50,000 palabras, nada mejor que usar mi propia técnica. Aún con la incomodidad de hacer lo mismo que siempre.
Sin embargo, tengo muy presente el fracaso del año pasado. Si, debo decirlo así: fue un fracaso. En parte, porque asumí el rol de Municipal Liaison, esto es, responsable de la organización en México región Sur. Es un cargo honorario, pero que me tomó mucho del tiempo que iba a dedicar a mi novela en hacer esas pequeñas tareas de servir a la comunidad.
También porque entré a un nuevo trabajo que tenía, en ese particular momento, una dificultad: se estaba instalando apenas. Así que a la carga laboral «normal» había que agregarle todas las tareas de «crear lo que no había»: desde espacios de oficina hasta procesos y reglas. Complicado y muy demandante. Con una agravante: no había Internet (o más bien, era muy limitado).
Añadan mis tareas de papá y que el tema que escogí era un poco complicado… Y digamos que lograr el 5% de la meta es un fracaso.
Incomodidad de hacerlo distinto
Esta vez lo estoy haciendo distinto: de entrada, no seguí la metodología de Escribe Hoy. Digo, probemos a escribir un poco más libres. Y eso me ha servido para mantener el paso: actualmente, ya rebasé la marca de las 10,000 palabras y voy ligeramente arriba de lo que se espera.
Pero hay algo de incomodidad de hacerlo distinto. Llevo escenas sueltas. Fragmentos de capítulos o capítulos enteros. Pero que no sé en dónde van a ir. Sé que se requieren en la historia. Y les confieso que el final de alguno hasta me hace llorar. (Sí, así de emocional es). Pero al final no sé si será el capítulo 1, el 3, el 4, el 5 o si ese borrador se partirá en tres capitulos distintos.
Porque esta vez planee menos que en años anteriores. Y para bien y para mal, se nota. Creo que tendré que editar mucho más que antes, y la verdad no estoy del todo satisfecho con el resultado. Son buenos textos, pero los siento inconexos aún. Y no van acorde con la estructura que he seguido en mis novelas anteriores.
…pero sirve
Ya les dije: estoy incómodo con el resultado. Pero sirve. Voy arriba de la marca. Está fluyendo el texto. Creo que no es mi mejor texto (por la falta de estructura) pero tiene gran calidad. Tal vez ya se nota la práctica.
Hasta ayer había escrito 7 días al hilo; casi 12 mil palabras y una marca total dentro del NaNoWriMo cercana a 200,000 palabras en mis novelas. Claro que ya es mi sexto año, por lo que deberían ser al menos 312,000. Sin embargo, la nave va.
Tras esta semana de experimento, les puedo decir: prefiero mi método. Creo que fluye con mejor calidad y me hace sentir bien. Pero… al menos ahora si voy al paso, lo que no es algo menor.
A veces sirve repensar cómo haces las cosas, para ver si es la mejor forma de hacerlo. Y esta primera semana del NaNoWriMo 2019 me convenció que sí, mejor como siempre lo hago.
POR CIERTO… No se trata de presumir, sino de compartirles este proyecto e invitarlos a sumarse. Escritores, nos vemos este sábado a las 11 en la Porrúa de Lago de Chapultepec o a las 18:30 en el VIPS de Perisur. ¡Compartamos nuestros avances en vivo!
Imagen de hoy: Burma/Mrauk U/Local people’s Transportation por dany13 y video por @Gjsuap.
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