¿Cómo es posible hacer una película de mediana calidad? Muy simple: mezclando elementos de excelencia con componentes bastante torpes. Así, en promedio, obtienes una buena película y nada más. Es el caso de Kung Fu Panda 3, una película que, si bien vale la pena ver, entristece y hasta molesta en cómo abusa de algunas cosas, llevándolos a niveles francamente insoportables.
Este reciente estreno de la casa Dreamworks tiene una mayor presencia de sus socios chinos, y nos ofrecen una demostración maravillosa de mucho de su cultura, tradición y filosofía… Pero lo mezclan con elementos que, para ser franco, la arruinan.
Los otros Kung Fu Panda
Como ha ocurrido en las otras dos películas de esta saga, hay un fuerte componente filosófico presente en ellas. Por ejemplo, en la primera hay una escena en que el maestro Oogway (una tortuga) a punto de trascender le recuerda a su discípulo Shifú (un ratón) -a quien dejará a cargo de la tradición- que no se preocupe por el pasado o el futuro; el pasado ya se ha ido y el futuro no ha llegado; lo único que en verdad tienes es el presente «Que se llama presente porque es un regalo».
En la segunda conocemos que el orgullo pierde al villano Lord Shen, quien ha recibido una profecía de que será detenido por un guerrero de «blanco y negro». Pero como en las tragedias griegas, al intentar evitar que eso pase -matando a todos los pandas- induce su ocurrencia -cuando la madre de Po lo abandona lejos de la aldea Panda-.
Es decir, para películas de animación hay tramas profundas, no sólo para niños. La dificultad radica en que se mezclan con chistes bobos y muchos golpes bajos y caras deformes. Cuándo se revisan algunas de las películas de esa casa animadora -como «Megamente»- se puede observar lo importante que es la filosofía en ellas. De hecho, Megamente es un curso de Kabbalah Judía, con sus mensajes sobre el «pan de la vergüenza», la necesidad de un oponente, la falta de sentido de una vida que tiene todo y la necesidad de renunciar al ego… y si, algunos golpes y chistes. Pero algunos.
Lecciones en Kung Fu Panda 3
En esta entrega se presentan al menos 5 lecciones que en verdad hacen que valga la pena el boleto. Ideas como «no puedes tomar lo que no das «, o que acumular para tu propio bien en realidad te quita más de lo que te da. Todos estamos de acuerdo en que son buenos consejos y bien llevados tienen mucho sentido. Pero además retoma la idea del Chi, algo que se parece mucho al concepto de «La Fuerza» en la saga de Star Wars -quien, de hecho, la tomó del taoismo como comentamos en Es Tao Wars– . Este Chi nos envuelve a todos los seres vivos, nos conecta con los demás y cuándo se nos termina se acaba la vida. Pero también puede canalizarse para mejorar la salud. Creo que, sin duda, esa visión filosófica es lo mejor que esta saga nos ha podido traer: una aproximación a las grandes verdades orientales.
También ha sido característico de esta saga el presentar muchos elementos de la cultura china de una manera entendible para los niños occidentales Por ejemplo, sus grandes templos, sus paisajes, sus artesanías, sus armas de colección así como todo lo que hace del Kung Fu una expresión cultural única en el mundo. En eso también vale la pena.
Sin embargo, el problema inicia cuando empiezan abusar del pastelazo: de la situación cómica mal llevada, por ejemplo: los golpes bajos, las caídas, los golpes que deforman el rostro y lastiman los gentiales – aunque no se vean-, los pandas volando por los cielos aventados desde ramas de bambú con los consiguientes problemas al caer… son detalles que en esta película se llevaron al extremo. Tal vez en la primera parte un golpe aquí o una caída allá eran muy chistosas (y enfatizaban que el panda era torpe) Pero ahora que decenas de personajes hacen lo mismo parece cansado y saturante.
A eso hay que añadirle que en esta ocasión alcanzaron un nivel de detalle y preciosismo en los decorados y fondos que hasta abruma: hay tanto y es tan detallado, que no da tiempo de asimilarlo todo pero tampoco se disfruta con esa rapidez con que aparece y desaparece. Nos da por resultado una película sumamente barroca en sus fondos y diseños. No se ve precisamente elegante y parece que el exceso le hace daño.
De cualquier manera ver Kung Fu Panda 3 puede ser una adecuada diversión para la familia y también dejar algunas muy valiosas lecciones. Si recomiendo verla aunque con su salvedades.
La más valiosa lección que nos deja es que tú puedes ser lo que quieras ser y que nada te debe detener. Y que en la medida en que ayudes a que los demás logren cumplir su cometido en la vida y sean la mejor expresión de ellos mismos tú mismo lograrás tu máxima realización. Cómo se puede ver este mensaje es muy valioso y es una gran aportación de la película. Lástima que tanta humorada de nivel tan bajo no empate bien con una filosofía tan alta; el resultado es una suma de lo excelso y lo vulgar, lo que da como resultado una película mediana aunque entretenida.
Imagen de hoy morganacake via Compfight
bueno hay que entender el tipo de público al que está dirigido la peli , se que algunos chistes y situaciones cansan, pero a los niños les divierte y en fin esa es su función.