La Estela de Luz

Centenario - Bicentenario

México celebró en 2010 cien años del inicio de la Revolución y doscientos años del inicio de la Guerra de Independencia. Para conmemorar tal ocasión, el gobierno mexicano propuso construir la «Estela de Luz del Bicentenario».

Esta moderna torre de acero y cuarzo se ubicaría en el remate del trazo original del Paseo de la Reforma, en la llamada Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec y justo en el inicio de la calzada «Juventud Heróica» (que lleva al monumento a los «Niños Héroes», seis cadetes menores de edad que murieron al repeler una invasión de Estados Unidos en 1847), de manera que complementara el «Ángel de la Independencia» o victoria alada, construída cien años antes y hoy emblema de la capital, y que no obstruyera la vista del Castillo de Chapultepec a sus espaldas.

Este monumento pretendía ser una torre de 104 metros de altura de acero y cuarzo, con un museo subterráneo, una plaza arbolada y jardinada de 2,000 metros cuadrados y estar listo el 15 de septiembre de 2010, a un costo de 435 millones de pesos.

Sin embargo, un año después su cimentación tiene apenas un 70% de avance, no han llegado todos los materiales, el costo excede los mil millones de pesos, se ha retirado la cobertura en obsidiana de la galería principal (sustituida por cuarzo negro), se han realizado tres convenios modificatorios al contrato y la empresa pretende un bono de 80 millones de pesos para compensarla de los costos adicionales y las dificultades extra.

Estela de Luz, 15-sep-2011... Apenas cimientos

Muchos han afirmado que esta fallida «Estela de luz» que lleva más de un año de retrasos, ha costado más del doble y no tiene para cuando acabarse, es en realidad un monumento a la corrupción, la ineficiencia gubernamental y las fallas del actual gobierno federal panista. Por mi parte, yo sostengo que no es un emblema, sino un ejemplo de TODO lo que está fallando en nuestro país:

• El concurso original se convocó en enero de 2009 y se programó tener ganador en marzo para empezar la construcción en abril de ese año.
• De entre 37 proyectos, resultó ganador el de César Pérez Becerril. Pero objetaron varios concursantes; se tuvo que someter a revisión el proceso del concurso.
• Tardaron hasta junio en desahogar las objeciones de los no ganadores.
• En julio no había responsable de iniciar los trámites y permisos ante las autoridades locales; éstas facilitaron las cosas hasta la firma de un convenio de colaboración.
• El responsable del proyecto fue el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, (INHERM), dependiente de la Secretaría de Educación. Evidentemente, su fuerte no es la realización de obra pública.
• Se creó el Fideicomiso del Bicentenario para hacerse cargo de la parte administrativa.
• Se pidió que fuera la UNAM la que hiciera los estudios de mecánica de suelos; ésta declinó y fue el IPN el elegido. ¿Por qué no una empresa? Porque querían que la academia (particularmente el IPN que es parte de la SEP) participara del proyecto.
• Tomó un mes al Instituto Politécnico Nacional realizar los estudios de mecánica de suelo; todo agosto de 2009.
• La primera piedra se puso el 23 de septiembre de 2009, casi seis meses después. Sin embargo, no había empresa constructora contratada al inicio del proyecto. No se hizo en la primera quincena por problemas de agenda del Presidente.
• Los planos y proyecto civil estuvieron listos hasta febrero de 2010. Aún no había compañía constructora contratada.
• Se asignó el contrato para el monumento a I.I.I. Servicios, una empresa filial de PEMEX y con experiencia en plataformas petroleras, «porque es una torre y la estructura es similar». Aunque no había trabajado nada así. Ya vamos un año después de lo considerado. Abril de 2010.
• La empresa I.I.I. Servicios a su vez subcontrató a GUTSA, quien está inhabilitada para hacer obra pública por irregularidades al menos hasta 2015. Pudo intervenir porque obtuvo un amparo… Y recibió 200 millones de pesos de anticipo, y una ampliación de 400 millones más. Es ilegal entregar anticipos a constructoras.
• El 15 de septiembre de 2010 no había monumento que inaugurar. Se dijo que para el centenario de la Revolución el 20 de noviembre. Tampoco.
• I.I.I. Servicios cobraría una comisión del 13% del total de la obra por sus labores de supervisión y control. No tendría por qué hacerlo, pues es el responsable de la obra.
• El cuarzo traslúcido brasileño debió enviarse a Italia para ser laminado en las especificaciones requeridas; pero el costo no estaba considerado y la empresa en Italia embargó el material hasta que el Fideicomiso le pagó.
• El acero Finlandés, en placas de 25 metros de largo cada una, no pudo desembarcarse en la fecha prevista por mal clima en Veracruz que impidió que atracara el buque que las traía.
• El 15 de septiembre de 2011, un año después, la obra lleva un 70% de avance. Pero se estima que se entregará «antes de que empiece el 2012».
• La Secretaría de la Función Pública denunció penalmente a Agustín Castro Benítez, ex director general de I.I.I. Servicios; Juan Alberto Bravo Hernández, ex asesor técnico administrativo; Ricardo Morales Jaramillo, gerente de administración y finanzas, y Rubén Enrique Arenal Alonso, gerente jurídico.
• La Cámara de Diputados ha pedido incluso juicio político al Secretario de la Función Pública «por no supervisar adecuadamente». Sin embargo, ha sido más moderada con los verdaderos responsables.
• El arquitecto César Pérez Becerril denunció presiones de parte del Secretario de Educación, del INHERM, del Fideicomiso y de las constructoras para que «se calle todo». Salió a la luz que su pago del proyecto por 20 millones fue irregular.
• El autor declaró en Televisa que «en lugar de un monumento digno y espectacular, tenemos un pequeño monstruo que ya nadie quiere«.
• Al final, la obra que se empezaría en Abril de 2009 y se entregaría en septiembre de 2010, lleva más de un año de retraso, ha costado el doble y no tiene para cuando…

Por eso decimos: no es sólo un monumento. No es una «falla panista» o corrupción de un pequeño grupo. Es un ejemplo de todo lo que está mal en el país. El sistema federal. La administración pública en general. El poder ejecutivo. Los poderes judicial y legislativo. El marco legal. Los medios de comunicación. La obra pública. El modelo económico. El abuso. La falta de planes. La ejecución fallida.

Por eso, el tema de nuestro libro colaborativo será «EL OTRO FESTEJO DEL BICENTENARIO». ¿Qué debemos cambiar para que en 2021, cuando celebremos el festejo del bicentenario de la consumación de la independencia, estemos mejor? Mañana les detallaremos aquí el plan de la obra.

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