Ayer les comentábamos que las metas deben lograrse paso a paso, y enunciamos la metodología SMART. Por supuesto, a muchos les hizo sentido; a otros no les quedó muy claro. Y si bien no es complicado, tal vez es importante comentarla un poco más. Estoy seguro que si la utilizan lo mismo en tareas domésticas que en sus labores o escuelas, puede funcionarles muy bien.
El acrónimo SMART («Inteligente» en inglés) se refiere a que todas las tareas que debemos realizar sean Simples, Medibles, Alcanzables, Retadoras y Temporizadas. Y la unión de muchas tareas constituye un proyecto u objetivo. No está mal…
SIMPLES: Una tarea SMART debe tener pocas acciones concretas por realizar. No puedes considerar que «vender una app» es una tarea adecuada. Pero si la partes en realizar el diseño gráfico, crear el flujo de datos, programarla, probarla, ponerla en la tienda tienes una serie de pasos claros, secuenciales y que puedes ir haciendo poco a poco.
MEDIBLES: Cambiar el mundo es una meta tan noble, que lo mismo lo proponen reinas de belleza, idealistas, religiosos o políticos. El problema con frasearla así es que no es necesariamente factible. Algo tan vago puede implicar lo mismo recoger una basura tirada en la calle que modificar la ideología dominante en Occidente. Lo ideal es que al definir tus tareas incluyas cosas que puedan cuantificarse. Y si, decir «si o no» es una manera de medir. Muy binaria, pero válida para algunas tareas.
ALCANZABLES: Partir grandes metas u objetivos tiene sentido si, tanto el fin último como el resultado de cada tarea está a nuestro alcance. Lo lamento, llegar a Marte no es algo que yo pueda hacer. Tal vez para la NASA es una tarea alcanzable, si tiene el suficiente tiempo y dinero para hacerlo (talento si tiene). Pero publicar diariamente en Dichos y Bichos es algo que si puedo hacer yo solo… o con los recursos disponibles, por ejemplo, con autores invitados. (Si les interesa publicar con nosotros o tener un post invitado en su blog, con gusto: revisen la forma de contacto de la barra lateral).
RETADORAS: Ponerle agua al perro o gato no es una tarea que pueda integrarse a este esquema. Pero conseguir un nuevo plato para el agua del perro o gato si. Porque en el primer caso nos toma más tiempo describir la tarea, anotarla, hacerla y apuntar que la concluimos que simplemente hacerla. A menos, claro, que seas un bebé que aprende a caminar: llevar un plato de agua sin derramarlo podría ser un reto en ese caso. Para todos los demás, un poco de dificultad en la tarea es conveniente en su descripción.
TEMPORIZADAS: Una tarea que no tiene un plazo para concluirse, no se realizará en la mayoría de los casos. Considerando su dificultad y los recursos disponibles, puede ser que te tomen una hora o una semana o un mes… pero debes poner plazos para su cumplimiento. Y que el plazo sea adecuado a la dificultad. Por ejemplo, una meta es publicar un post diario. 30 al mes. Y si un día no se puede, al siguiente se escriben 2. Otra temporalidad es que escribas al menos 30 minutos y no más de una hora cada post. Con el reloj -o el calendario- en la mano, es más fácil lograr las metas.
En resumen: cuando una meta u objetivo lo fraccionas en muchas tareas más pequeñas, y estas son Simples, Medibles, Alcanzables, Retadoras y Temporizadas, vas a trabajar más inteligentemente y lograr más cosas con menos esfuerzo, sin perder de vista tus metas y objetivos pero concentrándote en la tarea a la mano. Esta es la aplicación del método SMART (o S.M.A.R.T.)
Imagen de hoy Nina Matthews via Compfight
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