¿ México nuevo o Nuevo México?
Listo. Para muchos, este domingo se estableció un México nuevo. Uno genuinamente democrático, porque quien ganó la elección presidencial ganó. Y sus adversarios lo reconocieron y felicitaron ni una hora después del cierre de casillas. No hubo fraude. Ganó quien ganó y punto.
Ahora, dadas las altas expectativas que generó durante su campaña -algunas que no podrá cumplir-, creo que habrá algún tipo de desencanto. No puedo dejar de pensar en Vicente Fox y su gran victoria del año 2000. La principal tarea de mi generación, sacar al PRI de Los Pinos «sin odio y sin violencia» se había logrado. Desde 1988 se intentó y fue hasta el 2000 que se logró.
Pero, como suelen ser las cosas, la terca realidad los volvió a meter en el año 2012. Y estaba bien, porque la idea era no que desapareciera. Era que ganara unas elecciones y no que se quedara «a la mala» o con el fraude electoral. Y, aunque creo que después de 1988 todas las elecciones fueron limpias y ganó quien ganó, no dejo de considerar que la de 2006 puso dudas en muchas personas.
¿ México nuevo o Nuevo México?
Ahora, que muchos votaron por el PRI en 2012 al grito de «que se vayan los ineptos aunque vuelvan los rateros». El problema es que no eran los priístas «rateros» tradicionales los que volvieron, sino «la nueva generación»: más audaces, más cínicos y más voraces. Ya no eran los que pedían «10% del contrato», como dicen que operaba Raúl Salinas. No. Ahora era el 20, 30 y hasta 35% del total.
Una aclaración importante: no sólo entre los priístas hay corruptos. Y no todo priísta es corrupto. A lo largo de la vida he podido trabajar en distintos proyectos con personas de distintas formaciones políticas. Y sí: la gran mayoría son mexicanos honestos, probos, preocupados por mejorar este país. Pero también me ha tocado ver de cerca -y en algunos casos, denunciar y perder- corruptos de todas las banderas. Tricolores, sin duda. Pero también azules, amarillos, de partidos menores y, por qué no, muchos que ahora son guindas.
Porque no lo duden: hay mucha gente de bien en Morena. Su líder -y ahora virtual presidente electo-, Andrés Manuel López Obrador, me parece una persona genuina, buena. Bien intencionada. Pero temo que se niega a ver los errores y abusos de personas que le rodean. Muchos son tan malos -o peores- que los peores priístas históricos. Y si no se les ha notado, es porque han tenido poco poder, acotado. A ver ahora que «saquen el cobre». Al menos, serán más discretos.
La base de un gobierno democrático.
Al respecto, un gran mexicano ha dicho(si quieren saber quién fue, y a quién se lo dijo, lean esta entrada completa):
Nuestra mayor dificultad la ha constituido el hecho de que el pueblo no se preocupa lo bastante acerca de los asuntos públicos, como para formar una democracia. El mexicano, por regla general, piensa mucho en sus propios derechos y está siempre dispuesto a asegurarlos. Pero no piensa mucho en los derechos de los demás. Piensa en sus propios privilegios, pero no en sus deberes. La base de un gobierno democrático la constituye el poder de controlarse y hacerlo le es dado solamente a aquellos quienes conocen los derechos de sus vecinos.
Así pues, ganar la elección y que se reconozca es una buena base para crear una democracia. Pero no basta. Que se amplíen los programas sociales y se ayude a quién más lo necesita, ayuda pero no basta. No basta, porque fracasa en algo fundamental: hacer que más personas sean responsables. Participativas. Capaces de mejorar el país en que viven, empezando por su comunidad.
Y sí: también hay a los que les ganan los prejuicios, miedos y demás. Los que ya están pensando irse a Nuevo México, antes de ver si el México Nuevo es tal, y si es mejor. Ni modo: de que los hay, los hay. Que se vayan y les vaya bien. Mientras tanto, los demás aquí seguiremos «preocupándonos de formar una democracia», lo que va mucho más allá de lo electoral.
Le deseo mucho éxito al nuevo gobierno. Veremos qué logra hacer. De mi parte, me comprometo a aportar lo que me toca para tener un país mejor, más democrático. Y una sociedad más libre, más justa y más próspera.
Imagen de hoy kevin dooley
