Racha y constancia, herramienta necesaria

Racha y constancia, la herramienta necesaria - Imagen de hoy por Kim Stiver
Racha y constancia, herramienta necesaria

Me preguntan que cómo vamos. El hecho de que el blog ya lleve más entradas en dos semanas de este año que en todo el año previo debería ser un buen ejemplo de que tener una racha y constancia es una buena manera de trabajar y avanzar este tipo de proyectos.

Y sí: eso no implica necesariamente hacer todo tal cual como lo planeas. Por ejemplo, esta entrada debió escribirse antes del miércoles, no hasta el jueves. Y debió publicarse en punto de las 8:30 a.m. del viernes. Sin embargo, se quedó en el tintero y no me di cuenta a tiempo.

Claro que en parte es porque aún no acabo de adaptarme a todo el conjunto de nuevas herramientas de que dispone la plataforma. Para darles una idea, con apenas diez etiquetas de HTML 1.0 teníamos todo un periódico en línea, uno de los primeros en el país, y se podía leer bien. Hoy, solo el cuadro de opciones para los bloques tiene más de 200 alternativas —de las que uso menos de 10—.

Racha: No romper el ritmo

Ahora, este mecanismo de las “rachas” o de “no romper las cadenas” no es nuevo. Es parte de una de las entradas más vistas y leídas en el sitio: la de Creando tus nuevos hábitos de enero de 2012, y un método que muchos de ustedes siguieron con frecuencia, de acuerdo a lo que me han dicho los lectores.

La idea es simple: si haces algo por 42 días ininterrumpidos —y registras tu avance, tarea muy importante para que funcione— ese algo nuevo se vuelve un hábito. Lo seguirás haciendo de manera muy natural. Aunque al principio sea por no romper el ritmo que tiene tu racha. Tres días es lo más difícil, es para romper la inercia. Luego, 21 días más para que se arraigue. Y el último jalón, los 18 días finales, es para que se haga hábito.

Constancia: Hacerlo cuándo se debe

Aunque lo ideal es “hacerlo cuándo se debe” con total constancia, me parece más importante no romper la racha. De acuerdo, se me pasó publicar la entrada el mero viernes a las 8:30 a.m. Al menos se publicó antes de la siguiente, y no se retrasó otra: salió en su día, aunque no a su hora.

Y también destaco que han llegado de nuevo algunos lectores: ya se ven comentarios y empieza de nuevo este diálogo circular que tanto nos gusta. Sí, apenas vamos agarrando ritmo y los temas suenan muy cercanos unos a otros, aún no abordamos comentarios de libros o películas y las recomendaciones aún parecen azarosas.

¿Qué hay que destacar? Que no hemos roto la racha. Y con constancia, podemos volver a estar con ustedes varias veces a la semana. Y ahora que haya una entrada muy interesante, volveremos a los videos —que toman más tiempo de producción y añaden pocas visitas… pero mejoran su experiencia como visitas—. Vale, a seguir con estas tareas con constancia y dedicación.

Imagen de hoy: Kim Stiver en Pexels.com

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