Algunas charlas recientes me han puesto a reflexionar sobre la relevancia de ciertas cosas… ¿qué es realmente importante y qué no? ¿De qué manera puedes ganar relevancia y cómo puedes perderla?
Ciertamente no es un tema fácil. Cuándo volteo y veo alguna de las primeras entradas al blog -como aquella de «Mockus, Sçuperciudadano» de 2010-, notas que lo que hace siete, ocho años parecía importante hoy ha perdido interés. No para mí o para los lectores: simplemente, para el mundo. Es algo aún importante, pero ya no vigente.
Hablaba con una amiga sobre una película que, en su momento, me pareció fundamental e interesante. «GATTACA, experimento genético» nos hablaba de un mundo en el que el diseño genético era fundamental para tener éxito profesional, y de cómo se crea un «mercado negro» de identidades falsas para poder «triunfar en la vida». Acá el trailer de una película que tiene poco más de veinte años pero sigue vigente:
Bueno, pues aunque no hemos llegado a esa realidad, si nos acercamos. Mi amiga recién recibió los resultados de su estudio de ADN. Confirmando que es mexicana (50%) con ascendencia española (25%), y algunas chispitas menores de algún antepasado africano o irlandés. Casi nada de Asia. ¿Lo sorprendente? Que le dan recomendaciones de dieta y de salud basadas en su ADN. Sin siquiera verla. Estamos un paso más cerca del futuro señalado en GATTACA.
Al menos, lo hizo voluntariamente y porque quiso -y me convenció de gastar 99 dólares cuando tenga dinero para desperdiciar-. Pero me permite pensar que el momento en que las empresas te recluten basado en tu perfil genómico no está tan lejos.
Lo importante es ¿De verdad es relevante su origen geográfico para determinar quién es ella? Yo lo dudo. Es quien es, más allá de esos porcentajes que le marcó su estudio. Sin embargo, el debate sobre «quién eres» y que es lo que te define relevantemente a tí mismo quedó vigente.
Relevancia ¿Como la ganas?
En parte, la reflexión ocurrió también porque hay cosas que para mi son muy importantes, pero que he notado que para los demás… no. Es decir, lo que considero relevante lo es para un circulo tan pequeño, que no necesariamente tiene interés general. Y eso no está del todo bien.
Pero también entiendo que muchos de los temas eran marginales hasta que alguien los impulsó al frente. Por ejemplo, los Bolcheviques tenían menos del 3% de intención de voto en enero de 1917; a final de año, habían derrocado al Zar y habían formado el segundo gobierno revolucionario del siglo XX (tras la Revolución Mexicana).
Pero también Madero: en la elección de 1910 y pese al éxito de su libro «la sucesión presidencial en 1910», obtuvo menos del 3% de los votos (contra un 97% de Porfirio Díaz). Pero un año después, ganó con el 99% de los votos. ¿Qué hizo para volverse relevante?
Ese es el tema: que algo parezca no importar no quiere decir que no importe. Quiere decir que no importa… por ahora. Pero si te esmeras, puedes lograr que algo cobre la relevancia que se merece. Aunque por ahora parezca que no la tenga.
El mérito de Julio Verne no estuvo en «adivinar» el futuro. Estuvo en aplicar la lógica a ciertos problemas que le permitieron predecir el futuro. Como en Gattaca. Como en lo que estoy tramando estos días.
Imagen de hoy pedrosimoes7
