Para completar nuestra serie sobre las herramientas con las cuáles escribir mejor, hoy toca el turno a Scrivener. Es EL Software que ha revolucionado la manera en que los escritores en el mundo trabajamos. (Para las otras dos herramientas, Escribe Hoy y Dictando al Celular o a la computadora, revisen las correspondientes entradas).
Su gran ventaja es que nos permite reunir en un mismo lugar tres tipos de herramientas complementarias para la escritura: herramientas de integración de información, para la edición de la información y para la publicación de la información. Y, por si fuera poco, nos ofrece espacio de escritura que ocupa el 100% de la pantalla sin distracciones y con tamaños de letra y ancho de «papel» ajustables -que no afectan la tipografía del texto-.
Por ejemplo, yo escribo con letra 300% más grande que lo ordinario en una pantalla que me da doce líneas de texto. Suficiente para cazar «herrores» y tener párrafos cómodos.
Scrivener como herramienta de integración de información.
Empezaré con un ejemplo: para mi reciente novela, requería más de 25 fuentes distintas. Puedo tenerlas todas reunidas en el panel lateral, y entrar a verlas sin salir de mi texto. Así, copias nombres, referencias o ves imágenes sin salir de tu texto. Esto incluye páginas WEB, archivos PDF, imágenes o textos.
Vean la barra lateral, que tiene secciones que me permiten describir a mis personajes o los lugares. ¿Cómo era este personaje? Zaz, abro el documento con la imagen y la descripción que escribí antes, y siempre es consistente. ¿El palacio era de uno o dos pisos? Tengo el plano que me permite ver la información a detalle.
En este ejemplo, el campo principal de trabajo tiene las «fichas sinópticas» de cada capitulo. Pueden ver cómo se llama y cuál es la anécdota que pasará en él. Estas fichas puedo arrastrarlas para cambiarlas de lugar. Entonces, tres capítulos consecutivos pueden cambiarse de lugar para agregar uno que los explique. Y dentro de cada capítulo puedo tener escenas: fichas independientes dentro de un capitulo. La estructura está allí, siempre a la vista.
Conforme al método Escribe Hoy, puedes tener toda la estructura lista antes de empezar siquiera. Y puedes ajustarla sobre la marcha. Está siembre clara y nítida para ti, pero el lector no la verá, únicamente la sentirá fluir.
Scrivener como herramienta de escritura.
Les decía: llega el momento de escribir y quiero centrarme en el texto. Listo: me voy a una pantalla completa. Para que se den una idea, la siguiente imagen está en la misma escala que las demás. Como pueden ver, el tamaño de letra y la información en la pantalla me permite cazar errores de dedo con facilidad, y leer cómodamente mi texto.
¿Y la ventana flotante? Bueno, en este caso es mi «objetivo del texto y de la sesión». Quería un libro de 50,000 palabras escrito en 15 días. Eso implicaba escribir unas 3,125 palabras diarias -dos capítulos en promedio, unas tres horas, de acuerdo al método Escribe Hoy-. Pues esta barra me permite ver el avance y «ajustar» mi carga de trabajo diaria, dependiendo si voy o no en la meta.
Hubo días que no escribí nada y otros en los que salieron cuatro capítulos. Y el marcador me reportaba el avance y ajustaba los objetivos por sesión para acabar a tiempo. Terminé un día antes el primer borrador. Nada mal.
Pero además, realiza un conteo de frecuencia de palabras, asignar formatos automáticos a tus citas, agregar hipervínculos, crear, unir o dividir textos… De todo. Con más facilidad de uso que Microsoft Word. También asignar formato como título o subtíutlo, itálicas, negritas o cambio de fuentes.
Scrivener como herramienta de edición.
Ahora, supongamos que en una etapa escribes y en la otra editas. Scrivener te permite hacer ese proceso, incluso de manera colaborativa. Esto es, mi editora y yo vemos el mismo archivo, y reporta quién hace que cambio, permitiéndonos comparar versiones y decidir si aceptas o no la revisión. Lo hace de manera más amigable que la opción equivalente en Word.
Pero como pueden tener toda la información en una sola pantalla, es más potente. Por ejemplo, en esta versión del Libro Tuitero se ve, al centro, dos versiones del mismo texto: original y revisada. En la tarjeta verde de la derecha, las observaciones del revisor del capítulo -Nat Colmenares-, para que el autor -yo en este caso- haga sus ajustes. En otros, es al revés: ella escribe, yo reviso.. Abajo a la derecha, las fechas y etapas de revisión: ¿Es un primer borrador, un segundo borrador, una primera o segunda revisión? ¿Es una versión final?
Las barras de colores a la extrema izquierda nos indican si un texto está pendiente de escribirse o incorporarse, si ya fue editado o no, quién hizo la revisión y cómo vamos. Esto es genial cuándo un mismo texto tiene varios autores, editores o revisores. Porque puedes grabar «instantáneas» de un texto de cierto colaborador en día y fecha precisa, y ver cómo se modificó el texto.
Un punto malo: para compartir el archivo se requiere Dropbox Pro, lo que cuesta mensualmente. Y no pueden trabajarlo al mismo tiempo. O pueden enviarlo por correo electrónico, pero cada uno tendrá su versión del archivo y a veces falla la sincronización.
Scrivener como herramienta de publicación.
Por último, este software nos permite compilar versiones del documento en distintos formatos: PDF, libro electrónico (como Kindle o e-Pub), archivos de texto como Word o txt, formatos profesionales de guiones de cine o TV.
En la primer imagen, pueden ver que hay una carpeta que se llama «Front matter», con salidas de Manuscrito, e-book o impreso. Esto permite agregar entradas diferentes para cada uno y los formatos estándar de la industria.
Por ejemplo, en un libro impreso agrega portadillas falsas, la imagen de la portada, una página para la dedicatoria y hojas en blanco según se requieran, además de que hace que los capítulos empiecen en páginas nones, incrustando páginas en blanco, por ejemplo.
En cambio, en un e-book crea ligas directas a los capítulos y una tabla de contenido dinámica, de manera que si el lector aumenta el tamaño de fuente, de cualquier manera al hacer click llegue a la sección y no a la página que ya no corresponde.
En conclusión…
Además de ser muy potente, es un software relativamente barato pues la versión comercial completa vale menos de U$50 y corre lo mismo en Mac que en PC: También ofrece una versión de prueba gratis por 30 días, para que veas si te puedes acoplar. Que no te abrume la cantidad de opciones que tiene. Nada que no se pueda resolver un poco de tiempo. Tiene plantillas para empezar con mucho preconfigurado. Puedes conseguirlo en Literature and Latte.
Si te sientes abrumado, hay buenos cursos sobre el manejo de este programa. En linea les recomiendo el curso Learn Scrivener Fast de Joseph Michael. Conocerán todos los detalles y cuenta con una guía rápida de inicio. O si lo prefieren, revisen en Escribe Hoy mis talleres presenciales tanto del método como del manejo de Scrivener.
Scrivener es sin duda la herramienta de software más útil y conveniente para poder escribir más rápido y mejor. Francamente no podría trabajar sin ella con la velocidad y calidad con que lo estoy haciendo.
Imagen de hoy: capturas de pantalla de Scrivener por @gjsuap
Wow, se ve padrísimo. En breve lo probaré. Muchas gracias.
Te lo recomiendo mucho y puede ser una gran opción. Saludos.