Sejuela: la terrible enfermedad que me aqueja.

Sejuela... y Dorian Gray.
Sejuela… y Dorian Gray.

La semana que está terminando ha sido la peor semana en lo que respecta a mi salud en mucho tiempo. ¡Vaya! Creo que desde que era niño no había pasado algo así. Dicen que la terrible enfermedad que me aqueja, la que me dejó tres días en cama, es la Sejuela.

El arranque de la semana me la pasé con esa horrible mezcla de diarrea y gripe intensa. Ya saben: cuándo quieres estornudar, se te sale por abajo. Y si quieres apretar abajo, te ahogas con la tos. Además del dolor de cabeza, el malestar general y la necesidad de dormir e ir al baño, sin poder hacer nada.

Bueno, a la hora de buscar tratamiento para eso, en los estudios de laboratorio brincó que tengo síndrome metabólico: mal la presión, los triglicéridos, el colesterol bueno muy bajo y el malo muy alto, problemas de azúcar, cardiacos, glandulares y todo mal. Para colmo, se me rompieron los lentes, con lo que quedó claro que la misma graduación durante siete años ya no funciona bien.

Sejuela… juventú.

En resumen, padezco un severo caso de Sejuela. Esa terrible enfermedad cuyo nombre completo es «Se jué la juventú». Algunos excesos en alimentación y falta de ejercicio están pasando la factura. Adicionalmente, la carga genética también pega. ¿Por qué la abuela me heredó la diabetes y no los millones? ¿De verdad lo mejor que me podía dar mi mamá fue el hipotiroidismo? Ciertamente no, pero eso es lo que hay.

Si, creo que todos pensamos alguna vez tomar la oferta que el diablo le hizo a Dorian Gray en la obra de Oscar Wilde: la juventud eterna. Que ningún deterioro se nos note. Que seamos siempre bellos, hermosos y jóvenes. La cosa no es así en la vida real. La edad se acumula y con ella, algunos deterioros.

Claro que, pese al llamado de atención de enfermarme tan severamente en la misma semana y de tener que hacer un estudio y otro y otro más, resulta que aún estamos a tiempo de revertir el daño. Claro que requerirá un gran esfuerzo y cambio de hábitos. Algo así como lo que les conté cuándo recomendé el pan cansa, que dejé de tomar pan y refrescos. Ahora será más intenso, por más tiempo y acompañado de medicamentos.

Porque lo que no hice a tiempo no puedo dejar de hacerlo… aunque ahora requiera más intensidad y compromiso. Pero si lo hago, dará buenos resultados y mejorará mi calidad de vida. Y ustedes, ¿Hace cuánto que no se checan? Háganlo antes de que sea muy tarde.

Imagen de hoy: Oscar Wilde por janeb13 (Pixabay) y video por @Gjsuap.