De Muhammed Ali se ha dicho que ha sido el más grande boxeador de los tiempos modernos. «Volaba como una mariposa, picaba como una avispa» decían de él. Y si, sin duda fue una gran figura del boxeo. Pero no solo tenía talento natural: tenía un entrenamiento como nadie, más tiempo y más fuerte. Todos los días, decenas de horas. Tal vez su conversión al Islam reforzó ciertas cualidades, o porque tenía esas cualidades le convenía convertirse al Islam, pero a diferencia de muchas otras figuras del boxeo que encontraban en los excesos de drogas, alcohol o mujeres un descanso a su entrenamiento, Cassius Clay fue un líder social destacado, tanto por haber ganado la medalla de oro en las olimpiadas de Roma en 1960, por negarse a ser reclutado para ir a la Guerra de Vietnam alegando «objeción de conciencia», por haberse convertido al Islam en 1961 y porque seis años distintos alguna de sus peleas fue elegida como «la pelea del año» por la revista especializada Ring.
Pero ese entrenamiento intenso y esa actitud es la que lo trae como el autor más destacado de esta semana 20 en las frases famosas de Dichos y Bichos: «Odie cada minuto de mi entrenamiento. Pero me decía «aguanta ahora y vive el resto de tu vida como un campeón». Y ha sido el primer boxeador en tener el título de una misma categoría en tres ocasiones distintas, además de títulos en otras dos categorías. Nada mal para este sencillo muchacho que tuvo una carrera destacada desde su debut amateur en 1959 hasta su retiro profesional en 1977 -y su posterior lucha contra el mal de Parkinson-.
Sueldos, descanso, entrenamiento y otras
frases famosas de la semana 20
Como empleados, no debemos olvidar que, aunque el jefe es importante, el cliente es más importante aún. A final de cuentas, es él quien paga nuestro sueldo. Y eso lo decía Henry Ford, el más importante fabricante de autos del arranque del Siglo XX, quien decía que debía costear sus autos de tal manera que hasta sus empleados pudieran comprarse uno (y si: el precio del Ford T era menor que el suelo de sus empleados. Aunque claro, tenían que comprar muchas cosas más. Pero, ¿se imaginan que hoy le pagáramos a un obrero al menos $193,000 pesos mensuales -el precio de un Ford Fiesta austero-? Mucho han cambiado las cosas en un siglo…
Así es: a veces me dicen «¿pues a qué horas haces todo lo que haces?» Típicamente, mientras los demás ven tele, o están manejando dos horas entre casa y trabajo, o cuándo se están emborrachando con los amigos y «jugando ficha»… U obvio, cuándo están dormidos. Porque si, a veces un post se escribe a las once de la noche, o a las tres de la mañana, o entre 6 y 6:30… Es decir, en horas que los demás ya están descansando. Y si: aún no soy un «éxito de la noche a la mañana», pero llevo 20 años trabajando en serlo, así que cualquier día de éstos…
Aunque había leído una versión más corta y elegante del mismo autor, también esta versión está interesante: «Vieja madera qué quemar, viejo vino para beber, viejo amigo para charlar y viejo libro que leer». Como sea, hay algo reconfortante en las cosas «viejas» que vale la pena saborear de cuándo en cuándo.
Y lo que Roosevelt quiso decir es que no te dejes vencer: cuándo un plan ya no salga, déjate llevar, pero no te rindas. Al menos eso es lo que yo entendí y lo que estoy intentando hacer cada día en mi vida. Espero lograrlo. Y les dejo la idea para que también lo intenten.
¿Ya ven por qué esta frase fue la que nos dio pie para la reflexión de este lunes? Saber que el mejor boxeador de la historia -según muchos- odiaba su entrenamiento pero aún así lo hacía, me hace pensar que no estoy taaaaaan perdido al odiar -o no disfrutar, mejor dicho- muchas cosas pero aún así seguirlas intentando. Veremos qué pasa. ¿Viviré cómo campeón o cómo cam-peor? Ya sabremos… Por lo pronto, a no derrotarse nunca.
Y si: si no puedes estar en silencio, acompañado de ti mismo… Pues mejor ya no estés. Porque esa felicidad que no nace de ti no la encontrarás más que pasajeramente en el alcohol, los amores fugaces o las drogas. Ahora que si de casualidad la encuentras, ¡invita, no seas malo!
No es de sorprender que esta frase haya acompañado el domingo: hasta la desesperación es una expresión de esperanza. Y yo espero que esta semana les haya gustado la selección de frases… Y no se pierdan el siguiente «aviso parroquial»:
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Un lector nos ha sugerido que no quiere estar buscando en las redes sociales las postales, porque si bien se publican a diario, no siempre son a la misma hora, o se le olvida. Y no quiere esperar al lunes en que se presenta el resumen de la semana. Está bien, se nos ocurrió una forma de hacerlo: las enviaremos por Correo Electrónico, si quieren. Así que… Simplemente, suscríbete en el siguiente formulario y recibe la postal del día para animarte, ayudarte a enfocarte o para divertirte. Y recuerda que puedes compartirlas libremente en tus redes sociales -lo que agradecemos mucho-. ¿Qué esperas? Suscríbete sin costo aquí:
Imagen de hoy LeBrvn via Compfight y postales elaboradas por @gjsuap