Ayer fue un día bastante atípico. Uno dedicado a la muerte, esa cosa extraña que se acerca. Y no por ser 2 de noviembre o por haber visto «Coco» otra vez, no. O por ver las noticias mundiales, tan frustrantes y deprimentes. Tampoco. Es porque tocó dar el adiós a…
La vida tiene entradas y salidas. La semana anterior nos tocó vivir la salida de la última bisabuela de mis hijos. Así va esto. Bienvenida una oración por Mamana.
Una elegía en memoria de mi amigo Ernesto A. Ortega Polanco, recientemente fallecido y quien deja un gran vacío en su equipo de trabajo y en nuestro afecto. Q.E.P.D.