Leyendo algunos blogs de mis compañeros del Reto #Blog30, encontré una historia interesante de Marie Forleo, una blogger especializada en hacer que las «mujeres emprendedoras vivan ricas, felices y candentes». Es sobre el fracaso. Ella cita a Russel Simons diciendo (lo parafrasea): «Muchos de mis mayores proyectos de negocio fueron fracasos antes de que se volvieran éxitos. Algunos fallaron hasta por seis años antes de atinarle. Todos pensaban que yo estaba loco. Sólo tienes que mantenerte en ello». Y estoy de acuerdo con Russel y Marie.
Marie también escribe: «Cualquiera que logra grandes cosas en los negocios o en la vida está obligado a «fracasar» a lo largo del camino. Sentirse como un fracaso es una parte natural de ser un éxito. En realidad es una cosa buena y significa que estás actuando y poniéndote allí afuera. Eso es MUCHO más de lo que tus críticos y demeritadores tuvieron el valor de hacer. Soy la primera en admitir que me siento un fracaso. Frecuentemente».
Bueno, en algunos momentos también me siento así. Incluso hoy mismo, en que este blog alanzó el menor número de visitas diarias desde su lanzamiento. Pero entonces releo las últimas líneas del post de Marie: «El éxito legendario en cualquier campo requiere una mierda tonelada de pégate-a-ello-pese-a-todo. Cuando tu sabes que estás llamado a traer al mundo una idea, tómala de Russel, David, Frank y de mi misma: Sentirse como un fracaso frecuentemente significa que estás a momentos de lograr tu más grande éxito».
Aunque ya comenté en su post, pero creo que ustedes NECESITAN leerlo completo. ¡Gracias, Marie, por el consejo! Continuaré al menos para terminar el Reto #Blog30. Y ¡hasta el infinito y más allá! (sé que esa línea no es de Marie, es famosa… pero también es útil!!
(la liga completa a su artículo está aquí)