Vocación. Hacer lo que debes hacer… cuando debes.

Vocación. Hazlo.

Vocación. Hazlo.

Cosa rara: en los últimos días, varias personas me hicieron la misma pregunta sobre mi vocación. Lo curioso es que usaron la misma frase en distintos momentos. Pero la misma cuestión.

«Tú… ¿Qué harías diariamente aunque no ganes dinero? ¿Cuál es tu verdadera vocación?». Porque, a final de cuentas, si no cumples con ello… lo demás está de más. Y si lo haces, «todo lo demás se te dará por añadidura». Pero hay que tenerlo muy claro.

De hecho, creen que no lo sé, que ando dando «palos de ciego» o que las cosas «no funcionan bien». Es cierto, no han salido como debían. Pero hay motivos muy distintos a que sea por «no tener clara la vocación».

Vocación. Hacer lo que debes hacer.

Eso de descubrir la vocación es un tema recurrente. Ya les he hablado de ello alguna vez. Pero la verdad lo tengo claro. Porque lo hago cotidianamente. Tras despertar y hacer mis rutinas mañaneras -meditar, ir al baño, medir peso y presión, tomar medicinas… ya saben, lo normal- empiezo a escribir. Diariamente. Sin falta. A veces, por pequeños bloques. No más de 30 minutos.  A veces, por horas. Ya después vendrá lo demás del día.

Sí, a veces paso toda la mañana dándole a las teclas. Otras, muy poco tiempo. Procuro no hacerlo en bloques de menos de 25 minutos, eso sí. Porque, salvo un tuit o post en Facebook, es difícil escribir algo importante en media hora.

El chiste, también, está en saber cómo hacerlo. Por eso las técnicas de Escribe Hoy me han servido bastante. Eso: escribir y enseñar son mi vocación. Los momentos «¡Ajá!» en las caras de mis alumnos. Ver a mis clientes llegar a sus éxitos. Eso me mueve.

¿Podría hacerlo de otra forma, más lucrativa? Tal vez. ¿Podría generar más visibilidad, publicaciones y clientes? Sin duda. ¿Hay más opciones laborales y comerciales? Si. Pero… ya lo hice en el pasado y, si bien me trajo beneficios, no me dejó muchas satisfacciones. Así que lo conveniente es serle leal a la vocación… y hacer que se vuelva un negocio que me de lo suficiente. Ese es el siguiente paso; porque lo de descubrir la vocación hace años que lo tengo claro -aunque me sigan preguntando sobre ello-.

Imagen de hoy Catedrales e Iglesias 

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