Este sábado para los cristianos del mundo es el Sábado Santo. Recordamos que ayer viernes, al filo de las tres de la tarde, Jesús murió en la cruz. Y que mañana domingo, tal vez con el primer rayo del sol, resucitó. Algunas interpretaciones varían de acuerdo a la denominación de que se trate, pero no debemos olvidar que la última cena, la celebración de la Pascua -por la que se liberaba a un preso- y el Sábado solemne del Pesaj (pascua) en que se sacrifica un cordero para salvar a la familia de la casa son tradiciones judías.
Estas tradiciones recuerdan el célebre episodio del Éxodo: la noche en que los judíos dejaron Egipto en la noche, fueron perseguidos por el ejército del Faraón, llegaron a la orilla del mar rojo y Moisés lo abrió con un gesto: alzando su bastón.
Sin embargo, hay una interpretación que me gusta más: El mar se abrió, si, pero no ante el gesto de Moisés. El mar se abrió cuando el primer israelita al que el agua empezó a cubrir el agua hasta el cuello y más allá, no se detuvo y siguió caminando; cuando con su certeza plena de que la palabra de Dios y de su líder era tan cierta que su esperanza ocurriría sin falta, logró hacer el milagro.
En esta visión, es nuestra fe, la de cada individuo, la que logra cambiar las leyes de la naturaleza; la que logra abrir el mar, la que completa la voluntad de Dios para hacer milagros.. ¿Por qué prefiero esta visión? Porque sin atacar el rol de Moisés -o el de nuestros pastores actuales- le da la capacidad al pueblo de hacer milagros. Y eso me parece más correcto: no es «una persona especial» la que hace el milagro, es quien tiene absoluta certeza y fe en la voluntad divina. Y cuando lo hace y actúa en consecuencia, construye el milagro. … Y el mar se abrió ante la absoluta certeza del hombre de fe.
Admiro mucho esa interpretación del fenómeno, Gonzalo, hasta que me hace sentir a mi que puedo lograr grandes cosas — hasta cosas que me parecen imposibles — por mi gran fe. Es con este mismo sentido que podemos motivar a tanta gente en el mundo que cree que no puede cambiar su situación — la gente que cae en sus pensamientos que nunca va a poder lograr su sueño. Tu post me ha dado mucha motivación para mi y para motivar también a las personas. =)
My recent post The Via Crucis of a Personal Pilgrimage
Samantha:
Gracias por visitarnos y comentar nuevamente. Claro que el mayor objetivo de esta reflexión es hacer notar a todos que cada uno tiene el potencial de cambiar una situación, por muy desesperada que esté: atrapado entre el mar y un ejército en persecución suya, hay opciones. Aunque parezcan tan increíbles como que el mar se abra. Y se pueden lograr, si se tiene suficiente fe; incluso, para lograr lo increíble.
¡Saludos!
CONTINUACIÓN:
En fin, como tú señalas un hombre de fe es el que hace el milagro, porque transforma la realidad, porque su razón le permite encontrar la certeza de Dios, aunque lleguen a pensar que contradice los dogmas sin razón de su religión.
Gracias por tus publicaciones.
No tengo costumbre de entrar a blogs, lo encontré y me parece interesante, sobresaliente e importante lo que escribes, porque haces recordar la máxima característica del ser humano, le libre albedrío, con el cual se pueden hacer milagros o grandes males, pero principalmente grandes trasnsformaciones, a partir de la creatividad.
Seguire, como tú afirmas, leyendo, pensando y escribiendo, aunque no siempre en el mismo orden.
Pues me da gusto no sólo que seas un lector frecuente, sino que comentas también constantemente. Recuerda que puedes leernos vía RSS o por e-mail, o bien visitando este sitio con regularidad. Típicamente posteamos a diario, aunque la hora puede variar; la mayor parte de las veces antes de las ocho de la mañana, pero he llegado a hacerlo hasta las nueve de la noche inclusive. Eso sí, procuro no dejar de hacerlo a diario. Los jueves hay podcast ¡Saludos y bienvenido!
Días atras me preguntaron si no me consideraba incongruente por tener una postura de la defensa de los derechos de las minorias y al mismo tiempo pensar que existe Dios desde la religión católica, pues los dogmas de esa iglesia reprobaban las formas de vida y de familia alternas. Entonces, he reflexionado sobre razón y fe y tus palabras encajan perfectamente, porque efectivamente el milagro no es el mar dividido o abierto, pensar así sería dogma, entonces, la fe estaría despojada de razón, pero tu planteamiento y lo que siempre he pensado sobre esa parabola (el milagro es la liberación de un pueblo), entonces, llevan a pensar que sí puede suceder "que la fe sea un regalo de tu razón", pues puedes vivir una vida religiosa, amar a Dios y a tus semejantes y mantener una postura objetiva sobre la realidad de la sociedad.
Coincidimos; aunque me gustaría destacar que el milagro de la liberación del pueblo se materializa cuando los individuos empezaron a creer que es posible; por ello creo que la frase del Maestro tiene sentido aquí: "Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podrías decir a ese árbol 'arráncate de raíz y tírate en el mar' y les obedecería". Luego, nos falta fe.