Justo hoy se cumplen 46 años de que concluyó el primer viaje del hombre a la luna, a bordo del «Apolo 11». Armstrong, Aldrin y Collins fueron y vinieron en una nave un poco más grande que un Volkswagen Escarabajo. Algunos dicen que es un montaje elaborado; otros, que se ha guardado mucho silencio sobre lo que realmente encontraron. Una queja común es «¿Por qué si hay mejor tecnología, no han regresado?» O «¿Por qué no pusimos bases en la Luna?»
En particular, creo que si fueron. Aunque hay mejor tecnología, los costes de abastecimiento son muy altos como para poner una presencia permanente. Piensen que, justo ahora, la Estación Espacial Internacional recibe apenas tres viajeros nuevos cada tres meses, y la mayoría de las misiones que van son de larga duración. Por supuesto, ya cumplimos con ir: las sondas automatizadas son nuestros mejores embajadores para el viaje espacial, por ahora. Ya ven que hasta Plutón fue visitado recientemente.
La mejor prueba de que si fueron es la siguiente «declaración general» de aduanas. En realidad, de «agricultura, aduanas, inmigración y salud pública». Y no sé si prueba el viaje: lo que si prueba, es el detalle con que cuidaron el fraude o lo absurdos que son ciertos burócratas que aplican sus manuales «hasta dónde se pueda».
Detalles que llaman la atención: Dueño u Operador: NASA: Vuelo número Apollo 11. Despegó de… «Luna». Al menos no se las rechazaron por no incluir el país. Arribó a Honolulu, Hawaii…
Luego la ruta del vuelo: Cabo Kennedy, Luna, Honolulú. Ningún pasajero, solo tripulación. ¡Y lo mejor! Su declaración de carga: «rocas lunares y muestra de polvo lunar», obviamente sin valor comercial declarado.
Pero como los formatos deben llenarse en su totalidad y con veracidad, «será determinado» si alguno de los pasajeros representa un riesgo a la salud pública general.
A lo que vamos: incluso ir a la Luna no te exenta de cumplir requisitos gubernamentales, tales como una declaración aduanal al regresar. Collins no descendió porque era el de rango más bajo y se «tuvo que quedar» a cuidar «la nave». La mayoría sabemos que era «Buzz» Aldrin, no «Edwin E.». O que Armstrong tenía el rango de comandante. Además, claro, este documento tiene el valor de contar con los tres autógrafos de los tres hombres que fueron en ese viaje: creo que para quienes gusten de la grafología hay mucho material allí.
En fin, que a 46 años de concluído el viaje, vale recordar que ni los héroes de la exploración espacial se escaparon de los trámites de los burócratas aduanales en tierra. Para un par de anécdotas más sobre este viaje único, les recomiendo leer en este mismo blog «Buena suerte, señor Gorky» y «el primer alimento en la Luna»
Imagen de hoy: NASA a través de luvi via Compfight y archivo de la NASA