Con la novedad de que Grupo Televisa presentó su nuevo sistema de contenidos bajo demanda por internet llamado «Blim». La idea, según dijeron, era competir contra NETFLIX porque los sistemas de distribución de contenido les están afectando mucho su negocio; sus utilidades fueron menores el año anterior -e incluso su competidora TV Azteca reportó pérdidas el año pasado-.
Pero tal vez subirse «a la ola» y migrar a nuevas tecnologías no les va a ayudar tanto como creían. Porque es absurdo asumir que sus clientes «se fueron porque NETFLIX es lo moderno» y que basta ofrecer contenidos bajo demanda para competir.
Netflix: el modelo disruptor.
Originalmente NETFLIX ofrecía la posibilidad de «rentar» películas vía internet, recibir el DVD en casa y luego devolverlo por correo. Es decir, era mucho más fácil que ir a un videoclub para escoger una película y luego tener que ir a regresarla.
Recuerdo que cancelé mi suscripción al Blockbuster -ya cerrada esa sucursal- porque cierta ocasión devolví una película, renté la misma un mes después… y me querían cobrar un mes de recargos -algo así como 10 veces el valor de la película, si la hubiera comprado-. Y si, los videoclubs quebraron no sólo porque la piratería les hacía competencia desleal -¿Por qué pagar por renta un precio si por menos que eso podías comprar la película y conservarla… aunque fuera ilegal?-. Los mató que de un estreno debían tener cientos de copias pero un mes después ya eran «demasiadas» y nadie las quería. Modificaron los esquemas de rentar por un día a rentar por varios días… y aún así perdían dinero.
La diferencia cuándo NETFLIX empezó a ofrecer contenidos en línea radicó en tres novedades: un precio fijo, no importa cuánto veas. Eso desplaza los «pay per view» de otros sistemas. Y funciona como un buffete: alguien paga la renta y ve una película cada sábado; otros pagamos la renta y vemos hasta tres películas al día -ojo: también los niños-. Segundo, no hay publicidad ni horarios: vemos lo que queremos ver cuándo lo queremos ver, y no nos interrumpen con anuncios. Confieso que una vez que «Los Simpson» lleguen a NETFLIX dejaré de ver televisión abierta totalmente. Y su tercera fortaleza son contenidos originales: ya hemos reseñado House of Cards o Sense8 y… son magníficas.
Como sea, aunque no es el único oferente de esta modalidad y el catálogo no es necesariamente el más amplio -extraño algunas series de Sony, Fox o Warner, como Fraiser, Los Simpson o Seinfield-, la variedad que ofrece ayuda a tener «algo» que ver. Y poderse «soplar» una serie en dos días en lugar de seis meses se agradece. Y, ya lo dije antes pero lo insisto: que los hijos no vean publicidad es una de las mayores ventajas.
Blim: Streaming a la mexicana.
Y si, queriendo subirse a esta ola, Televisa presentó Blim. ¿Qué ventajas tendrá? Su integración con IZZI, la proveedora de Internet de Televisa… y poco más. Si, tiene una interesante filmografía de películas mexicanas de la época de oro. Pero los abuelitos no dominan internet como para ser un mercado masivo. Tiene un buen catálogo de telenovelas. Habrá quien quiera volver a ver «el premio mayor» o «Clase 406», dudo que sean masas de millones. (Incluso telenovelas como «Mirada de Mujer» o «Nada Personal», que marcaron época, no son de Televisa). Una barra cómica envidiable… pero que dudo que alguien quiera ver todo «Cándido Perez» como vería «Doctor House».
Su gran aporte, sin duda, será la vinculación con Televisa Deportes. Eso si puede ser un extra interesante: acceso en vivo y diferido a deportes nacionales. Y si, que su catálogo sea principalmente en español puede darles un mercado interesante.
Pero si de verdad quiere competir con NETFLIX deberá recordar el factor diferencial: producciones propias de alta calidad, diciendo y haciendo lo que no pueden en televisión abierta (por ejemplo, uno de los éxitos de House of Cards u otras series son sus escenas de sexo, más explícitas de lo que se puede en tele abierta y sin llegar a ser pornografía directa). Y eso en parte se hace con productoras independientes.
Porque ClaroVideo, la compañía de Streaming de Slim tiene tres ventajas respecto a Netflix: un precio más bajo, facilidad de pago -pues se cobra en el recibo de teléfono- y la posibilidad de tener más puntos de acceso a través de la red de hotspots de Infinitum, la más amplia del país. Aun así, no logra desplazar totalmente a Netflix.
Mientras la mayor aportación de Blim sea querer competir con Slim y ofrecernos «refritos» de telecomedias… no logrará gran cosa. Tal vez la integración de cobro con IZZI facilitará la administración, pero no basta para No será algo menor, pero no logrará gran cosa. Es decir, ofrecer algo tecnológicamente novedoso con contenidos viejos y mal hechos es poner vino nuevo en odres viejos, y ya recuerdan lo que nos dice el texto bíblico respecto a ello.
Imagen de hoy Televisione Streaming via Compfight