Hay un personaje histórico que sin duda me impulsa a muchas cosas. Sir Winston Churchill. Dos veces Primer Ministro de la Gran Bretaña y ganador de Premio Nobel de Literatura, es un tipo genial.
Si, por supuesto que cuándo sigues a uno de estos grandes te asomas a biografías y análisis. Les recuerdo aquellas serie de entradas Hablemos de Liderazgo sobre el libro de Andrew Roberts que compara los estilos de liderazgo de Hitler con Churchill. Muchas de las lecciones de ese libro me acompañan cotidianamente.
Pero debo decirles algo: a pesar de sus grandes logros en la vida, creo que aprendo más de sus errores. De sus fallas como oficial en la Primera Guerra Mundial. O sus cambios de partido. De apoyar causas perdidas, como el divorcio del rey… Incluso, de someterse a buscar la reelección cuándo se acabó la guerra -ya no querían un guerrero: querían un apaciguador-. Y aunque luego pudo volver, fue con menos éxito del previamente vivido.
Así que usemos las frases de Churchill para recordar sus errores… y sus aciertos. Y veamos qué nos pueden decir en estos tiempos.
Churchill: sus frases famosas.
Y aunque él se lo decía a una nación respecto a la Segunda Guerra mundial, el concepto nos es útil a todos: para saber de lo que somos capaces, hay que hacer el esfuerzo y punto.
Aunque no lo crean, se refiere a la historia. Porque si conocemos historia, podemos saber lo que va a pasar. Muchas veces es cíclica. O tiene elementos comunes, pues la naturaleza humana es muy similar. Como sea… conocer el pasado es una buena manera de predecir el futuro.
No quiero decir, pero Ya-saben-quién intentó eso con el narco en Culiacán. Churchill lo decía en el contexto previo a la Segunda Guerra Mundial y refiriéndose a Hitler. Obvio, son riesgos distintos. Pero muy similares.
Tal vez no es porque todo el mundo mienta, sino porque cada quien ve una parte del mundo y adapta su percepción a la realidad. Por eso las mentiras pueden ser ciertas…
Y vaya que sí… (Un ejercicio reciente lo pasé el 4 de octubre… ya les conté por qué en la entrada Perdón, pero hoy no puedo, perdón…). Por eso hay que procurar ser amable con todos y, aún cuando tienes la razón, procurar no humillar
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Imagen de hoy: Churchill by coombesy (Pixabay) y postales por @Gjsuap.
