Cinco hechos poco conocidos sobre Hernán Cortés

Otro ángulo

Si como comentamos ayer, Steven Spielberg hace una película sobre Moctezuma y Cortés, hay cinco hechos poco conocidos que debería considerar en el guión. Y si no la hace, o si nos incluye, ustedes deben saber también sobre ellos.

Recuerden que en nuestra visión maniquea de la historia, Hernán Cortés «nos conquista» con ayuda de la Malinche y los traidores Tlaxcaltecas, y luego el cura Hidalgo nos libera de 300 años de opresiòn; Cortés tiene dos hijos: el hijo de su amor con Malinche -y primer mestizo- y el hijo de su matrimonio «formal», que vendrá a heredar todos los bienes y títulos de su padre y «despojará» al primer hermano. Algo así como Cain y Abel, pero en el mestizaje de la Conquista y no en el paraíso terrenal. Pero esa es una parte mal manejada.

Hernán Cortés fue un desertor escolar. Su padre quería que estudiara latín y leyes, pero dejó la famosa Universidad de Salamanca a los dos años, sin concluir abogacía. A pesar de ello, con su título de Bachiller y lo que aprendió de leyes, logró primero ser nombrado escribano y después, usando los conocimientos jurídicos de La Malinche sobre el régimen azteca, presentarse como «embajador» y gozar de inmunidad diplomática al grado de ser recibido por el mismo Emperador Moctezuma. Le quedaba bien aquel refrán de «lo que Natura non da, Salamanca non presta» -El talento que no te da la naturaleza, no te lo da la Universidad de Salamanca-. Aún así, como en muchos casos, su poco conocimiento del derecho bastó para embaucar a varios.
Lo conquistador le venía de familia. Bueno, casi. En realidad es notable que su primo, Francisco Pizarro, conquistó Perú. Que a varios de sus primos los trajo de capitanes a su expedición inicial y a varias exploraciones más. Y que su hija mayor, Leonor, era ilegítima y la tuvo con su prima Leonor Pizarro; según algunas fuentes, nació antes de empezar la expedición… y probablemente la hizo para escapar de sus deberes paternos. Aquel refrán de «A la prima se le arrima» está presente en la biografía del Conquistador… y de muchos de sus familiares actuales. Por cierto, «Hernández», que quiere decir «el hijo de Hernán», continúa siendo uno de los apellidos más frecuentes y utilizados en México… (por algo será). Pero bueno, no sólo tuvo a Martín Cortés con la Malinche, tuvo en realidad cinco hijos fuera de matrimonio (uno con la propia hija de Moctezuma, Isabel) y luego seis con su segunda esposa. Paradójicamente, su primer esposa fue estéril.
La quema de las naves no fue «valiente». En muchos textos y referencias se habla de la quema de las naves de Cortés cerca de La Antigua y Veracruz a fin de evitar que sus tropas se fugaran y comprometerlos a ir «hacia adelante». La verdad es que no «quemó» sus naves, sino que las barrenó (las perforaron hasta hundirlas) a fin de evitar no que se «fugaran» o «regresaran» sus tropas, sino para evitar que siguieran sin él. Justamente, había mandado a Montejo (si, el que tiene nombre de cerveza yucateca y de avenida principal de Mérida) a «registrar» sus hallazgos, reclamar los terrenos y obtener autorización de seguir adelante. Al final, Montejo se quedará en la Península, por lo que la célebre fuga terminó ocurriendo. Pero según otras versiones, quien quemó la nave fue el cocinero, que había recién descubierto el tabaco y se quedó dormido con un puro enrollado prendido… De ser así, la estrategia fue un accidente y la casualidad creó un mito fundador.
Lo Cortés no quita lo valiente. Si bien logró llegar hasta los palacios de Moctezuma como embajador, tener un buen trato y recibimiento, quien lo mete en un brete es su capitán Pedro de Alvarado. Cuándo Cortés recibe noticia de que llegó una expedición cubana a detenerlo, deja a don Pedro a cargo de la tropa en Tenochtitlán. Pero… aprovechando que los aztecas estaban en un mitote (gran fiesta religiosa con bailes, sacrificios y desmadre; algo así como un 12 de diciembre en La Villa, pero antes de que hubiera Virgen de Guadalupe) éste los ataca pensando que, al estar todos los guerreros desarmados, podría acabar rápido y fácil con la guerra -y con el mando de Cortés-. Sin embargo, el ataque le resulta fallido; Cortés regresa y se encuentra con un lío y organiza la fuga. Deja a Alvarado a cargo de la retaguardia, y este escapa en un puente faltante usando una lanza como pértiga. Es la calle de Puente de Alvarado. Esto ocurre en la «Noche Triste» o la «Noche de la Victoria del Emperador Kuitláhuac», según los de la tradición. Tardará casi año y medio en volver a atacar y sitiar la ciudad. Curiosamente, será la viruela -un arma bacteriológica involuntaria- la que logrará la caída de la ciudad.
Es el primer filántropo, empresario y desarrollador del país. A pesar de todo y una vez concluida la guerra, Cortés fundará el primer Hospital de Beneficencia para población abierta -principalmente la indígena-, el Hospital de Jesús que, curiosamente, sigue funcionando hasta hoy y es en dónde está su tumba, a un par de cuadras del Zócalo de la Ciudad de México. También fundó el primer trapiche azucarero, que evolucionará al ingenio Casazano-La Abeja muy cerca de Cuernavaca y que sigue operando casi 500 años después; creó Acapulco como el principal puerto del «Mar del Sur» -hoy Pacífico- y descubrió Baja California, California y el «mar de Cortés». Paradógicamente, casi no hay esculturas o estatuas en su honor: dos que se pusieron en la Ciudad de México fueron destruidas, hay un pequeño «monumento al mestizaje» en Coyoacán y un busto en el «Paso de Cortés», el punto que une el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl. Pero todas sus esculturas y estatuas han sido consistentemente vandalizadas, por lo que mejor ya no hay.

En fin. Que si alguien conoce a Spielberg, dígale que tengo algunos puntos para su guión. Y si no, por lo menos espero que Ustedes conozcan un poco más del verdadero «Padre de la Patria» que, como buen padre Rulfiano -como Pedro Páramo, pues-, es rechazado, desconocido, agredido y olvidado… porque se pasó de cabrón para con sus hijos, sus esposas, sus aliados y hasta sus enemigos…

Imagen de hoy Jesús Gorriti via Compfight