Medias: sean verdades o clases, estamos en conflicto

Clases medias trabajando
Clases medias trabajando

Desde la elección y marcadamente esta semana, se ha armado un gran debate en torno a las «clases medias». En parte, porque el presidente ha dedicado sendos espacios en sus conferencias mañaneras para abordar el tema: su partido perdió en parte por las «clases medias aspiracionistas», esas que tienen ambiciones egoístas y no se dejan manipular. Y muchas réplicas de personas que dicen que «querer mejorar no está mal» y que se sienten agredidas desde el púlpito mañanero. Y, cosa rara, es uno de esos temas en que ambas partes tienen algo de verdad… pero se ha perdido como parte del debate por una cuestión sobre la que les quiero comentar más.

Pero también la carga ideológica en torno al tema: para muchos, la descalificación de la clase media se volvió una afrenta personal, un ataque directo. Y salieron a defenderse. Para otros, se habla de enemigos de clase en el sentido más tradicional. Saben que los megaricos son tan distantes, que los que están un poquito mejor que ellos deben ser el enemigo a vencer. En parte, por esa cercanía real: la clase media no son los distantes millonarios, son los vecinos de la casa -o la colonia- de al lado.

Tal vez uno de los temas por los que el debate no fue el más correcto es por el manejo de los adjetivos y por el tema de cómo se usan los medios, las verdades dichas y las entendidas y las fallas en el modelo de comunicación.

El tema es… no nos perdamos en los adjetivos y revisemos el fondo. Porque, a final de cuentas, una clase media amplia y creciente es necesaria (o conveniente) para un desarrollo económico y democrático.

El presidente y las clases medias.

Resulta que la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México votaron por la alianza Va X México en la pasada elección, dejando a más de la mitad de esos gobiernos locales fuera de las manos de Morena, el partido del presidente. Curioso porque había una hegemonía de la izquierda en la ciudad desde 1997, en que el Ingeniero Cárdenas ganó la elección. Y si bien PRI o PAN habían ganado ocasionalmente algunas -como Milpa Alta o Miguel Hidalgo-, solo la alcaldía Benito Juárez seguía en manos de Acción Nacional desde… que se eligen esos cargos. Así que la derrota fue muy marcada para la principal opción de la izquierda. ¡Vaya! Hasta alcaldías en que se ubican el Palacio Nacional y la casa de la Jefa de Gobierno, Cuauhtémoc y Tlalpan respectivamente pasaron a la oposición.

Aunque más de la mitad de las alcaldías sean para la oposición, MORENA sigue teniendo más de la mitad de la población bajo su mando. Esto porque las demarcaciones con más población (como Iztapalapa y Gustavo A. Madero) quedaron del lado guinda de la ciudad. Pero en cuánto a ingresos se requiere, la población más rica quedó del lado de la Alianza opositora.

El tema es que el presidente declaró en su mañanera el 14 de junio: «hay un sector de la clase media que siempre ha sido así, muy individualista, que le da la espalda al prójimo, aspiracionista, que lo que quiere es ser como los de arriba y encaramarse lo más que se pueda, sin escrúpulos morales de ninguna índole; son partidarios de que ‘el que no transa, no avanza’. Es increíble cómo apoyan a gobiernos corruptos, increíble. Yo lo atribuyo a que son muy susceptibles a la manipulación, que leen el Reforma…»

El matiz en la declaración

Y aquí está el tema: «hay un sector» no implica toda la clase media. Es decir, desear ser mejor no está mal. Esforzarse para lograrlo no está mal. Estudiar, trabajar, esmerarse no está mal. Se refiere a ese subgrupo sin escrúpulos morales. Los que hacen lo que sea con tal de tener más. Los que hacen trampas, los que fomentan la corrupción -y se benefician de ello-. Los que buscan estar siempre a la moda, y no porque tener una ropa o un reloj esté mal: es porque buscar validarse que valen más por tener decenas de relojes de marca; por cambiar de auto cada año -o, mejor aún, tener varios, y si son de lujo, mejor-.

En ese sentido creo que tiene razón: conozco muchas familias en las que se esmeran por que los hijos adolescentes tengan el último iPhone, a pesar de que cueste cuatro, cinco veces más que el de los padres. La idea es que «no los vean menos en la escuela». Aunque hayan arruinado varios de ellos: ya tiraron uno al agua, ya perdieron otro… Y sí: los papás se quedan con deudas de 18 y 24 meses, en aparatos que antes de un año hay que reemplazarlos. Las clases medias consumistas y poco éticas. Esas son el problema.

Una cosa es no quedarse en la mediocridad o renunciar a mejorar constantemente, y otra muy distinta es el aspiracionismo de buscar tener lo mejor para refrendar una autoestima, incluso si se logra de manera inmoral. Y creo que en eso la gran mayoría estamos de acuerdo; me quedo con el «hay un sector»… frase que se perdió en los medios, que empezaron con el «la clase media»…

Imagen de hoy: Meruyert Gonullu en Pexels.com

2 comentarios

  1. Mi querido Gonzo, nunca me imagine verte haciendo maromas para justificar las palabras del sr. gobernante (ni de este ni de ninguno, valga aclarar).

    Coincido contigo en que hay de medias a medias: las que tienen la costura bien marcada, las que no tienen talón y las que están todas jaladas.

    Creo que sí, como dices, hay mucho aspiracionismo malentendido en nuestra sociedad, también creo que la crítica del presidente iba más por el camino de son tontos los que más leen, son hipócritas los que no se pueden comprar, son traidores los que no se dejan manipular.

    Si yo necesito aparentar y no tengo con qué, estiro la mano a todos lados para ver que saco, aunque eso signifique «vender» mi derecho a elegir.

    Recordemos que es la misma clase media a la que critica hoy YSQ la que con su voto, le dio el triunfo en el 18 y si me apuras, también en el 2000.

    Un saludo y un abrazo.

    • Mi estimado Germán:

      Más bien si creo que,como otras veces, lo que dice se pierde o manipula para hacerlo quedar muy mal. En esta ocasión, sin las palabras iniciales, parece que desacredita a millones de personas… cuándo en realidad el tema era con unos cuantos miles. Y, además, en algo que creo que tiene razón: si hay unos clasemedieros aspiracionistas bastante… insufribles, por decir lo menos. Escapar a esas influencias no es fácil.

      Saludos y gracias por leer.

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