Cruda post navideña… aún para los que no tomaron.

Cruda
Cruda y borrachera

Si me están leyendo hoy 25 de diciembre, lo más probable es que anden en la cruda post navideña. Los excesos de alcohol y comida son de lo peor. Ustedes lo saben, yo también. Y aunque todos lo sabemos, tendemos a no evitarlo. Nos puede más el ánimo festivo. Pasarla bien, permitirnos un exceso. Ni modo: ya habrá días para portarse bien.

Pero… lo relevante es que si hoy están leyendo esto, es porque no están tan mal. ¡Vaya! Su dolor de cabeza no es tan intenso, y la molestia de la luz es relativamente pequeña. No podrían leerme en pantalla si de verdad tuvieran una migraña o un dolor excesivo.

Cruda, mal regalo

Pocas veces he vivido una cruda tras una borrachera. Acaso unas tres en toda mi vida, con una verdaderamente grave muy joven (a los 18). En parte, porque mido mi consumo de alcohol. Y en parte, porque me da por bailar mucho, con lo que sudo el alcohol y casi no «se me sube». Claro que hubo otras dos peores «crudas»: tras dejar el refresco una temporada, me tomé uno y casi me infarto (los detalles aquí). Y la otra fue a las dos semanas de dejar de comer carnes e ir por los ingredientes para el pozole. Casi me vomito del puro olor.

Esa sensación es sin duda, un mal regalo. Curiosamente, muchos dicen que la mejor manera de «curarla» es comiendo picantes, lo que la elimina. No lo creo -del todo-. Más bien se causa por una deshidratación, por lo que las bebidas rehidratantes que no contengan azúcar son la mejor opción.

Claro que la mejor opción es no llegar a ella. La vía más corta es no bebiendo de más. La segunda alternativa, como dice el refrán: «Evite la cruda. Permanezca borracho».

Imagen de hoy: Cruda y borrachera por  klimkin (Pixabay)

2 comentarios

  1. Muy cierto, el maratón Guadalupe-Reyes ha hecho estragos este año. Sobre todo porque teniendo al marido de vacaciones, sólo quiere comer comida chatarra; alternado con algún jugo verde para sentir que lleva una dieta más o menos saludable. Juntándolo con las desveladas, que me causan migraña, las visitas a familiares, y los cuidados a un gatito enfermo, y el resultado ha sido tremendo. Ni modo, ya sólo falta el cumpleaños de mi suegra, y la rosca de reyes, y ahora sí: a darle al ejercicio y dieta, o mi nutrióloga me va a poner a comer
    sólo lechuga por el resto del año.
    Un abrazo y feliz año.

    • Al menos, ya casi se acaba y la rutina volverá pronto. Mientras tanto, disfruta y gracias por leer.

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