Este fin de semana es uno de guerra. Entre películas. Por el premio Óscar, uno que reconoce lo mejor del cine -particularmente de EE.UU.- en el año previo, y que siempre ayuda a calibrar los gustos y preferencias de los cinéfilos. Hay veces que saliendo de una película digo «Acabo de ver un Óscar» y otras veces que la nominación me cae de sorpresa, o incluso me molesta.
Ya he abordado el tema en otros años: por ejemplo, en 2013 en que no ví ninguna de las ganadoras o en 2014, con el OsCarnal mexicano. Si quieren hacer un recuento, asómense a esta etiqueta de Dichos y Bichos.
Lo que si me llamó la atención es que cuatro películas que están en la carrera hablan de guerras o conflictos. Y, cosa rara, de la primera guerra mundial, que suele abordarse poco -y de la que no he visto una buena película desde Flyboys.
1917: Primera Guerra.
Ambientada en la Primera Guerra Mundial, la película de Sam Menedes tiene grandes virtudes técnicas: simula ser un primer plano sin cortes. La reconstrucción de la época, y en particular de las trincheras y la «tierra de nadie» entre ambos ejércitos es magistral. Las actuaciones buenas, pero la anécdota un tanto simple (hay que entregar un mensaje urgente). Visualmente muy llamativa y con buenos efectos reales, no de CGI. Hay que verla y puede llevarse premios técnicos.
Jojo Rabbit: Segunda Guerra
Con una anécdota curiosa, tal parece que era un buen esfuerzo que se hizo rápido y mal, y por lo tanto, es fallido. Busca aportar un tema de humor a algo serio como es el Holocausto judío. Un pequeño niño de 10 años ansía ser parte de las juventudes hitlerianas, al extremo de que se imagina que Hitler es su amigo. Tal vez el «humor negro» estuvo mal resuelto, porque la verdad no hace reír mucho, y fallan algunas actuaciones para hacerla dramática. O tal vez falló en la ejecución. Tal vez se lleve el premio a actriz de reparto y algún otro sobre la parte técnica.
Historia de un matrimonio: Conflictos familiares
Una pareja que se ama y se va a separar por «disparidad de carreras profesionales» hace que un rompimiento por las buenas escale gracias a la presencia de los abogados. Con buenas actuaciones, un buen guión y buena dirección, es una película muy redonda. ¿Su problema? Es demasiado cotidiana y recuerda mucho a Kramer vs Kramer, por lo que podrá llevarse algunos premios, pero no los de todas sus nominaciones. Ni modo, así pasa. Tal vez sea el mejor guión.
Joker: Conflictos sociales
Y en el tono de «es muy buena porque es diferente», esta película de orígen de un villano -el Joker de Batman- tiene una de las mejores actuaciones de la temporada, por lo que es posible que Joaquin Phoenix por fin se gane un premio Óscar. Tal vez lo más aterrador es ver como un hombre común puede ser orillado por la sociedad para volverse todo un sociópata. Incluso, no me atreví a que la viera mi hijo menor por eso mismo: es tan «normal» que el mal vaya creciendo, que creo no está listo para entenderlo así. En fin, es posible que se lleve más premios, pero es mi favorita a actuación masculina.
Además están…
Además, están nominadas otras películas -que no he visto- pero que tienen que ver con la guerra: entre gángsters (El irlandés) o entre clases sociales (Parasite). Otras que sí ví, pero que tienen pocas posibilidades: guerras entre marcas de coches (Ford v. Ferrari, enorme en muchos aspectos técnicos), entre juguetes (Toy Story 4) y hasta entre galaxias (El ascenso de Skywalker, en dónde creo que solo en música podría dar batalla, y más que nada por ser el último soundtrack de John Williams antes de retirarse).
En fin, ya sabremos el lunes quién ganó en la guerra de los Óscar. Confío en que se llevarán premios Joker (mejor actor), Judy (Mejor actriz), algunos para Ford v. Ferrari y 1917 en lo técnico, y el mejor director será Martín Scorsese.
Imagen de hoy: Oscars por analogicus (Pixabay)
Pingback: Óscares: premios, logros y diversidad. | Dichos y Bichos