Charlando recientemente con colegas autores, una pregunta importante era tratar de identificar de dónde procedía su inspiración y los motivos que les hacían pensar que era buena idea dedicarle tiempo a desarrollar esa propuesta. ¿Era algo importante o profundo? ¿Algo trivial? ¿Empiezas como un pasatiempo, o por cubrir tu cuota diaria de escritura?
Por supuesto, los motivos son de lo más variado y hay quien legítimamente cree que… tiene que sonar interesante. Pero el «porque estaba aburrida y empezó como un chiste» también fue parte de los resultados.
Uno me decía, por ejemplo, que estaba en el supermercado pidiendo cierto corte de carne, y el carnicero se tardó mucho y parecía nervioso. Por un momento, pensó que era un novato y que nunca había hecho ese corte, y dudaba entre reconocerlo ante el cliente o esmerarse en hacerlo y luego esperar… que no se quejara. Pero este escritor empezó a tejer una historia más interesante: era un psicópata que había matado a su familia esa misma mañana, usando el mismo cuchillo y se acababa de percatar que no había limpiado la sangre humana y temía ser descubierto…
Otro comentó que escribía tres palabras al azar y con eso trataba de desarrollar un cuento. Si el cuento le parecía bueno, trataba de expandirlo a una noveleta. Y si le gustaba lo que leía… bueno, lo crecía a una novela. Un par de novelas que ha escrito han tenido mucho éxito. Pero tiene 20 novelas escritas que apenas se mencionan o que no ha publicado aún.
Inspiración y motivos ¿Qué nos hace escribir?
Por supuesto que no es una lista exhaustiva, pero aquí están algunas opiniones reunidas en esa charla:
- Porque era un reto. Nunca antes había usado ese tema y me interesaba.
- Uno de mis autores favoritos escribe mucho sobre eso y quería imitarlo.
- Porque es lo que siempre escribo. Se trata de otra variación.
- Mira, ya tengo varias novelas sobre eso. Así que es natural seguir contando la historia.
- Es algo muy adentro de mi; yo sabía que debía escribir sobre eso. No podía estar tranquilo hasta hacerlo.
- Son cosas que viví. Se basa en amigos cercanos y en experiencias personales. Obvio, me doy algo de libertad creativa, solo los uso como base, y luego…
- Es algo que yo hacía todo el tiempo, y para salirme de la rutina empecé a imaginar que pasaría si…
- Todo empezó como una broma. Me retaron a que no podría ser capaz de hacerlo.
- Me pagaban por escribir artículos y fue el tema que me dieron. Luego, a medio camino, descubrí que si me interesaba y lo expandí a un relato completo.
- Uno de mis clientes quería escribir sobre eso. Y le presenté un borrador que no le gustó, así que me lo quedé para mi.
- Simple: porque pasó. No lo pensé, no lo planee… empecé a escribir y pasó.
- Es como una voz que me dicta lo que debo escribir, y yo no sé qué es hasta que lo releo.
En fin. Los motivos son diversos y el grado de interés del público en los distintos textos también lo es. Lo importante es que no dejes de escribir.
Y por cierto… Sin relación directa con el orden de las respuestas, acá hay reseñas de «Punto de Quiebre» y «Entre mundos«, obras de dos de las autoras con las que charlé del tema… Aunque no les diré quién es quien ni cuál es la inspiración y motivos de cada una de ellas.
Y a ti ¿Qué te hace escribir y por qué? Coméntanos tus opiniones.
Imagen de hoy Cebolledo
Las musas. Estoy viendo una serie, oyendo una plática, leyendo algo y de pronto una voz me dice que pudo contar una historia paralela o bien ahondar en un punto que dejaron de lado, en fin, y empiezo a darle vueltas en la cabeza. Si logro crear una historia interesante que durante 15 minutos esté dando vueltas en mi cabeza, lo traslado al papel, si no, lo desecho.