Comentábamos esta semana en el post «el ejemplar Don Adolfo» sobre Don Adolfo Ruiz Cortines, quien fuera presidente de México de 1952 a 1958, célebre por ser austero y discreto, cuidadoso del detalle.
Decía que le gustaba armar rompecabezas porque, como en la política, se trataba de ver el todo unido, y como cada parte podía aportar de acuerdo a su forma y su función. Gustaba de jugar dominó porque, como en la política, hay fichas que te tocan al azar y tienes que hacer lo mejor posible con ellas, en este caso en comunicación silenciosa con tu compañero.
Insito en que su austeridad y discreción fueron de sus mayores ventajas; cumplir y hacer cumplir el rol gubernamental de normar y apoyar al crecimiento económico, pero sin sustituirlo por el gobierno fueron grandes aciertos.
Creo que en muchos sentidos, el presidente Calderón ha sido similar: sin grandes escándalos por corrupto o por perezoso, trabajador y dedicado, es un hombre de una época más mediática que la de Don Adolfo, y cuyos conflictos de seguridad pública pasan por responder a un gran problema -el narcotráfico- y cuyos problemas económicos pasan por una crisis global.
Al final, dejo a ustedes este cartón de Paco Calderón, publicado originalmente en diciembre de 2006, a unos cuantos días de que Felipe Calderón hubiera tomado posesión. Creo que, al final, no le hizo caso… Queda la recomendación para el próximo presidente. Don Adolfo, con su énfasis en mejorar el bienestar individual y general, austero y ordenado, es un buen ejemplo a seguir.