Digan lo que digan, la gran mayoría del éxito de Apple estaba indudablemente vinculada su fundador, Steve Jobs. Hay que reconocer que su genio fluía por dos vertientes; de un lado, la parte técnica, apoyado por Stephen Wozniak, quienes en conjunto desarrollaron productos electrónicos novedosos y de alta calidad; y del otro, una parte mercadológica que le permitió crear nichos de mercado completamente nuevos en campos diversos: lo mismo una computadora personal, el sistema operativo con interfaz gráfica con ratón, productos totalmente novedosos como en su momento lo fueron el iPod, el iPhone, la iPad, y hasta películas, que en su momento revolucionaron todos los mercados es que participaba.
Tras la muerte del creador de Apple, se le reconocía su aporte revolucionario en al menos cinco industrias: computadoras, telefonía, cine, música, y software. Adicionalmente, sus presentaciones Keynote eran destacadas por la forma tan teatral pero la vez precisa de presentar un atributo clave de cada producto, lo que los hacía entendibles, deseables y fáciles de mercadear.
Todo recordamos aquella vez que presentó por primera vez el iPhone: habló que presentaría un nuevo iPod, un navegador de Internet, y un teléfono, para revelar al final que los tres aparatos eran un mismo producto: el público enloqueció con la creación de esta nueva categoría. Hoy, la quinta generación no ha generado una nueva revolución en el producto, sino sólo es presentado en colores diferentes, en tamaños distintos, con más capacidades de batería y de memoria: es decir, han mejorado marginalmente que existía, pero sin crear categorías nuevas. ¿Un iPad Air? Ok, un iPad a dieta. ¿Qué más hace?
Sin embargo, yo creo que entre lo más importante que han aportado últimamente es la más reciente presentación es el sistema operativo OS X Maverick. De entrada, por su precio: es gratis para que ya tenga una Mac. Y al descargarlo gasté casi un día completo (Y eso que no se trata una conexión telefónica dial-up: pesa casi 6 Gigabytes. Casi dos meses de mi plan de datos en el celular).
Para mi tiene dos grandes ventajas: el reconocimiento de voz al dictado y el uso de etiquetas para los archivos. El primera ya existía, si bien estaba limitada a la selección de ciertos comandos, o bien requería una conexión a Internet. La nueva versión del Sistema Operativo permite descargar el motor de reconocimiento de habla, y hablar prácticamente en tiempo real sin tener que utilizar el Internet. Aunque el micrófono ambiental no es suficientemente sólido (lo dejé activado y escuchaba los sonidos del refrigerador y de la lavadora y los trataba de interpretar como palabras). Una función equivalente costaría por si sola entre $175 y 200 dólares, precio de venta del Naturally Speaking Dragon, y que no compré por no estar disponible en español. Recomiendo ampliamente esta función, particularmente si se utiliza un micrófono de solapa ya que el micrófono ambiental se «ensucia» mucho, lo que da resultados desastrosos.
Por lo que respecta al uso de etiquetas estas ayudan a calificar tus archivos de manera que tengas por ejemplo, como es mi caso, borradores o versiones vigentes separadas, así como identificadas por los proyectos. Y si bien esta función ya existía anteriormente, la nueva versión es bastante más potente al incluirla tanto las ventanas de Finder como en los propios títulos de los archivos, como menús desplegables, de manera que las búsquedas relacionadas son más rápidas y las carpetas más ordenadas de manera inmediata.
Por supuesto no es todo lo que podríamos decir ese sistema operativo, pero llevamos apenas 15 minutos con el instalado y, debo decirles, que esta entrada fue totalmente dictada, por lo cual pudo ser mucho más rápida, precisa, y con más datos: dictando es mucho más fácil. Así que si tienen tiempo y ánimo, recomiendo descargar el Sistema Operativo OS X Maverick. Recuerden apagar sus opciones de ahorro de energía tanto de pantalla como de disco, porque «despertar» el sistema cada media hora hace más lento el proceso. Ya iremos contando que más le descubrimos con mas tiempo de uso y práctica. Por supuesto, sus preguntas y comentarios son bienvenidos.
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Jorge Elías via Compfight
