Momento de discusión. La charla está tensa. Tal vez la hubiéramos detenido un poco antes. Pero no lo hicimos. Un momento en que la pasión se desborda. No necesariamente la pasión amorosa. Me refiero al «otro» tipo de pasión, a la que explota con enojo.
Mi interlocutor está sorprendido. No recuerda haberme visto así, nunca antes. No es que no lo haga; es que no me había visto. Y si, se sorprende y no deja de comentarlo. «No pensé que fueras así».
Y si, tal vez es porque muchas veces contengo esas actitudes. La prudencia, la pausa… el ser paciente con el otro y no confrontar por cualquier tontería. Pero llegado el momento, poder ser terriblemente firme y hasta hosco en el trato. ¿Es lo correcto? Tal vez no. Sería mejor que vean que si te enojas, de cuándo en cuándo para que no estalles de golpe cuándo menos lo esperan.
Contrario a lo que muchos creen, la emoción puede ser intensa. Positiva o negativa. Recuerdo en particular cuánto disfruté y somaticé con Gravity, la película de Cuarón, y cómo me puse cuándo se ganó el Oscar. Lo sabía desde que la vi. Genial.
Pasión. ¿La tienes o la finges?
Traigo esto a colación porque, a raíz de hacer frases famosas totalmente originales y no solo replicando a otros autores, ha bajado el número de lectores. Pero entre los que se quedaron, hay más apoyo e intensidad. Parece que notan que hay más pasión en eso. Va, gracias por notarlo.
Y si, me quedó claro algo: no tengo que hacer «lo menos malo» o «evitar enojar a alguien». Tengo que hacer lo correcto. Ponerle más pasión. Más intensidad. Porque como platicaba hace poco con mi querida colega Inés Recamier (si, la autora de Entre Mundos): «Somos escritores. Somos intensos. Podemos imaginar mundos enteros a partir de una sola frase. Crearlos a detalle. Y luego, destruirlos y hacer otros…».
Así que no, definitivamente NO soy un robot, aunque algunos lo crean así. Y si, tal vez debería dejarla salir más a menudo, y dejar que se vea en los textos. Eso. Es la salida. Tal vez tenga menos lectores. Pero más intensos esos pocos. Y si, eso puede llevar a que sean muchos más en el futuro. Hora de apostar el resto.
Imagen de hoy: Georges Ménager via Compfight