Plomería e inspiración

Plomería e inspiración

Plomería e inspiración

Va una confesión: una de las tareas que me gusta hacer en las vacaciones -para «descansar haciendo adobes» como dice el refrán- es esas tareas de mantenimiento menor que van surgiendo en la casa. Tareas de plomería, carpintería, limpieza, orden en general. Pero tengo un secreto para lograrlas.

Muchas veces he pensado que uno de mis hobbies-negocios podría ser reparar casas para la venta o renta. Esto es, tomar una de esas casas que de tan maltratadas se ven poco valiosas, y mediante algo de pintura, reemplazos de fregaderos y baños, cambio de alguna alacena o tirol, darles un aspecto totalmente nuevo y valioso. Y si bien lo he hecho un par de veces en la vida -con tareas menores de plomería, pintura y electricidad- típicamente ha sido en las casas en que he habitado y alguna vez ayudando a algún amigo o familiar. Nada de negocio. En parte porque soy lento y malo para ello, en parte porque es una de las tareas a las que no me gusta mucho dedicarles tiempo en la realidad. Es decir, si pintar un departamento pequeño me toma dos días y queda bien, pero no perfecto, ¿para qué hacerlo masivamente?

Además, no soy precisamente de cuerpo pequeño o muy hábil para esas tareas: a veces, ensartar una rosca en un tubo, que a un profesional puede tomarle un minuto, en mi caso puede consumir 20… y no quedar bien sino hasta el tercer intento -una hora después-. En contraste, escribir un artículo o post de 500 palabras puede salirme bien con un intento y una edición, esto es, en menos de siete minutos. Nada mal para una habilidad que si me gusta y he desarrollado.

Pues bien, la verdad es que estas vacaciones acabé con mis pendientes de «handyman» del hogar. ¿El secreto? Puse como estímulo el soundtrack de la película «Gravity» -de la que ya hemos hablado en «Cuarón, aplaudido de gravedad«- ¿Por qué me funcionó? Pues porque pensando que Sandra Bullock pudo reparar un satélite en el espacio dando vueltas y vueltas sin referencia fija, ¡claro que yo puedo poner un tubo en una llave fija, tendido sobre mi espalda! Y si la tarea se complica o el cansancio de la posición me vence, simplemente cierro los ojos, me imagino en el espacio… y me apuro a acabar la tarea antes de que me pegue el detrito de los satélites en 20 minutos más. Eso si que es inspiración para la plomería… y me funciona muy bien.

Imagen de hoy Creative Commons License Claude Taylor via Compfight

Comentarios cerrados.