Preferencias. ¿Por qué creemos lo que creemos?

Preferencias

Preferencias

Estos son tiempos intensos en redes sociales. Bastante intensos. En buena medida, porque muchas personas están con sus preferencias políticas a flor de piel. Y se ponen bastante agresivos. A la menor provocación, se tornan defensivos. Y con un ataque no grave -pero no menor- se vuelven violentos.

Si, normalmente las religiones y los deportes tienen ese efecto en las personas. Pero en temporada electoral, también las pasiones políticas se desatan. A algunos amigos los he visto menos: no sólo no compartimos preferencias, sino que de repente llegamos al extremo de la intolerancia.

Lo peor del caso es que no tengo una preferencia definida: simplemente creo que hay cosas malas, independientemente de quién las diga o las haga. Y hay cosas que son positivas, con la misma independencia del que las dice. Una tontería es absurda,así la diga alguien con quien simpatice. Y una buena idea lo es, aunque la diga alguien que me caiga mal.

Porque, además, me ha tocado ver tan de cerca ciertas cosas de la política, que me constan los errores de ciertos «mártires» y los aciertos de otros «villanos»; así como los verdaderos crímenes de los malos y las nobles intenciones de los buenos. Vaya, que haber podido ser testigo de primera fila o actor secundario da otra perspectiva. Y por eso no me acaban de convencer a favor o en contra de alguien, de manera absoluta.

Preferencias ¿Cómo se forman?

A raíz de eso, una de mis recientes curiosidades es ver cómo es que los seres humanos nos formamos ciertas preferencias. Por eso la charla del psicólogo experimental Petter Johansson sobre «¿Sabes por qué haces lo que haces?» me pareció muy  ilustrativa de ese punto. Explica el efecto de la «ceguera por elección», o cómo tendemos a justificar lo que escogemos… aunque no nos guste. Acá se las dejo, por si prefieren verla:

 

¿El punto central? Que lo que muchos creemos «autoconocimiento» es en realidad «autointerpretación». Tratamos de hacer sentido de lo que escogemos. Creemos que un candidato podrá resolver un problema que nos afecta… aunque en realidad su solución lo agrave. Pero nos hace más sentido porque nos simpatiza más.

En fin. En la pasada elección publiqué una de las entradas más leídas y gustadas en la historia de este blog. Fue sobre el tema de la teoría de la imposibilidad de Arrow y la elección presidencial. Me han pedido actualizarla. Lo haré, más adelante.

Por lo pronto les pregunto ¿Saben cómo se forman sus preferencias? ¿Por qué les gusta lo que les gusta? ¿Su clavel favorito es el blanco con bordes morados, porque…? ¿O algún otro? Es un buen tema para reflexionar, antes de que les de por matar a alguien que no cree en lo mismo que ustedes, o con la misma vehemencia.

Imagen de hoy Rodrigo Soldon 2 

Comentarios cerrados.