Prioridad: es una o no es… ¿Y la tuya?

Prioridad. ¿Cuál es la tuya?

Prioridad. ¿Cuál es la tuya?

Al arranque de este año he tenido oportunidad de hablar con muchos amigos, clientes y conocidos sobre sus prioridades para 2018. ¿Qué esperan lograr este año? ¿En qué se enfocarán? Y todos tienen ideas claras, metas y objetivos de lo que esperan alcanzar. Y periodos para lograrlos. ¡Vaya! Es un gusto hablar con personas muy responsables. Pero ninguno me habló de su prioridad.

Solo hay un detalle que me salta: casi todos hablan de sus prioridades. Así, es plural. De varias de ellas: bajar de peso, pasar más tiempo con sus familias, ser felices, lograr más cosas, viajar más… Muchas prioridades. Cosas importantes. Metas loables. Pero muchas.

Y, la verdad, eso hace que algo no quede muy claro del todo: Si varias de ellas se ponen en conflicto, ¿cuál prevalece? ¿Mejorar en el trabajo o pasar más tiempo con la familia? ¿Viajar o ahorrar para el enganche de una casa? Por todo ello lo importante es identificar una prioridad.

Como pueden ver, no está fácil decidir qué privilegiar. Porque perdemos de vista una cosa fundamental, y al ser tan obvia, no nos queda claro.

Prioridad. Es una o da problemas.

¿La clave? Entender que «prioridad» es una sola. Deriva de «primero». Todos podemos decir que «nuestros hijos son nuestra prioridad», pero debemos ir al trabajo. Simplemente, para poder proveerlos de todas las cosas que requieren. «Nuestra familia es básica» se contrapone al momento en que gastamos de más en otras cosas… y no en la familia. «La puntualidad es fundamental» se pierde cuándo llegas minutos tarde, siempre. Prioridad es una, no más.

Les decía en la entrada anterior que usé dos semanas de auténticas vacaciones. Desconectado de casi todo. Y así pude ver cuál fue la única tarea que no dejé de hacer todos los días. Que no pausó ni en Navidad, ni en Año Nuevo. Que a veces me tomó un par de minutos y otros media hora. Pero que no se detuvo jamás.

Si, mi prioridad (así, en singular) quedó clara. Y, por supuesto, está alineada con mis metas y objetivos en la vida. Eso no quiere decir que no pueda atender hijos, familia, clientes, trabajo, asearme, etc. Simplemente, que ya sé que es lo que no pude dejar de hacer ni un día. Y no, no es «festejar», aunque hoy diez de enero se conmemore «San Gonzalo».

Y con esa claridad, sabiendo cuál es LA prioridad para mi, 2018 traerá cosas buenas. Basta con alinearlas a mi prioridad. Y si no adivinan cuál es, se las tendré que escribir… Les pregunto, ¿cuál es su prioridad? ¿Qué es lo que no pueden dejar de hacer en su vida?

Imagen de hoy KosmoKarlos Photography 

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