Hace mes y medio les comenté sobre el libro «Cerebro de Pan» y las decisiones que su lectura me impulsó a tomar: cambiar de hábitos radicalmente. Lo había leído casi un mes antes y llevaba dos semanas con la dieta al momento de escribir el post. Luego, en Primeros Resultados… les comenté los resultados a un mes. Hoy es un buen día para hacer un segundo reporte.
Por lo que respecta al peso, la variable más importante, bajé casi 15 kg en estos dos meses. Eso equivalió a recorrer el cinturón unos 12 centímetros desde dónde lo estaba utilizando hasta la talla actual. Por supuesto, ya empiezo a tener ropa que «me nada» y otra que, habiendo dejado fuera, he recuperado. Falta mucho por lograr, pero los resultados son positivos.
Adicionalmente, pasé de caminar unos 7,000 pasos en promedio al día en mayo a 11,100, con picos de 19,000 y piso de 9,000 pasos. Es decir, aumentamos el ejercicio, sin necesidad de ir al gimansio o complicarme de más. Procuro regresar de la oficina en la noche en bicicleta al menos 3 días a la semana, y caminar mucho más. Los días que llego a casa sin los pasos suficientes, de un rincón a la otra completo mis mínimos diarios.
¿Cuáles fueron los alimentos suprimidos? Pan y derivados del trigo en todas sus variedades (particularmente galletas), acotar un poco los carbohidratos en general, y las azúcares refinadas. Cero refrescos -a veces le doy un trago al que dejan los niños- y el café o té se toman ahora «al natural» o, a veces, con Splenda. Aunque ya lo hacía con regularidad, al menos la mitad de las proteínas de la semana vienen de pescado, y el día que me comí una deliciosa hamburguesa Kelly’s fue de rost beef… pero sin pan.
Puedo decirles que estoy más ágil, con menos somnolencia, menos timpanizado (dícese de la panza inflamada por gas) y duermo mejor. Creo que el cambio ha sido generalmente benéfico.
Tengo la impresión -y que la báscula confirmó- de haber llegado a una meseta, esto es, en las últimas dos semanas ya no bajé de peso ni de talla. Me explican que es «normal» que tras la ruptura de hábitos el metabolismo se esté estabilizando, por lo que es necesario crear más músculo para acelerar el efecto de quema de grasa acumulada. Así que, a partir de hoy, creceré la meta diaria mínima a 10,000 pasos e incluiré más hábitos de otro tipo, incluyendo una rutina de ejercicio más regular.
Como siempre hemos dicho -pero pocas veces hecho, hasta ahora- la solución adecuada al exceso de peso es control de los alimentos, más ejercicio y más información. 15 kilos y dos tallas lo confirman en mi caso.
El buen resultado logrado -hasta ahora-, me convence de recomendar el libro «Cerebro de Pan». Ya vi que está disponible en las cafelibrerías de los tres bùhos (porque si digo «Sanborns» no me dan nada por la mención pero muchos creerán que si). Aunque también pueden conseguirlo en la siguiente liga, obviamente en Amazon en formato Kindle:
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Imagen de hoy Alan Cleaver via Compfight