Continúo la serie sobre ciclismo urbano que les comenté desde la semana anterior. Ya les he dicho que hay puntos donde la infraestructura para el ciclismo vial está mal planteada. Pero un ejemplo que merece atención aparte es el cruce peatonal entre la Torre Mayor y la Estela de Luz, junto a la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec y el «sendero compartido» que allí inicia.
Es una solución bastante mala porque se mezcla la ciclopista en sus dos sentidos con el paso peatonal, en un semáforo que dura relativamente poco. Aunque tampoco puede alargarse mucho, precisamente porque los automovilistas no están acostumbrados a detenerse allí, y menos para ceder el paso a peatones o ciclistas. Más de una vez me ha tocado que, empezando el cruce, algún carro no se detiene en el semáforo. Ha estado a punto de llevarme a mí o alguno de los peatones. O ciclistas que no se bajan de sus vehículos y pasan en medio de los peatones, haciendo que todos se sobresalten.
El Sendero Compartido
Además, existe lo que han llamado el “sendero compartido”, en el tramo que va de ese cruce de la Estela de Luz y Torre Mayor, y hasta el Campo Marte. Se planteó esa solución para no alterar más la infraestructura de Paseo de la Reforma, ni para reducir el carril del Metrobús.
Entonces, las bicicletas circulamos por el camellón central junto con los peatones. Para preservar el suelo boscoso, la solución fue poner grava y encima unas rejillas que forman un pequeño mosaico de material plástico. Esto permite que la lluvia entre al suelo, pero que exista una superficie suficientemente dura para rodar.
El problema es que esto genera un efecto de vibración en la bicicleta, que a lo largo de los casi dos kilómetros llega a ser muy incómodo.De hecho, la senadora Xóchitl Gálvez tuvo un accidente a los pocos días de inaugurada la ciclopista: su bicicleta plegable se dobló ante las vibraciones, tirándola y causándole pequeñas heridas. Fue una situación bastante incómoda para ella, y una señal más de que hay cosas que en el papel funcionan bien, pero en la realidad son inadecuadas.
Algunas fallas notables.
Además de que la vía es suficientemente ancha para un carril de ida y otro de vuelta para bicicletas, más un sendero peatonal al centro. Pero hay coladeras, registros de agua y luz y obstáculos distintos, por lo que se zigzaguea demasiado. Hay momentos en que es difícil esquivar a los corredores, a los paseantes, a las otras bicicletas y a las tapas de registros de servicios.
Me ha tocado ver a personas que se caen, o que tienen que frenarse de emergencia. A mi se me ha hundido el asiento de la bicicleta en varias ocasiones, porque la vibración y el peso lo afloja.
¿La mayor prueba de que no funciona bien? Que contrario a lo previsto, los ciclistas siguen usando el carril del Metrobús -lo que se supone que está prohibido- o van por en medio de los autos, lo que no es conveniente si hay una ciclopista a la mano.
Esto prueba que no basta la infraestructura, si no está bien pensada o si, al final, las personas deciden no usarla. Hay que tomar sus hábitos y desde allí generar las soluciones, o no servirán. Pero es algo que a menudo se les olvida a los funcionarios públicos.
Imagen de hoy: Estela de luz por Yolanda Arango tomada el 2012-02-19 16:14:11